Kike Poveda
Kike Poveda
Soy Kike Poveda, tengo 57 años y llevo 32 años viviendo con el VIH. Han cambiado mucho las cosas, después de 32 años debería de estar muerto pero aquí sigo y me encuentro bien. En el año 86 me diagnosticaron el VIH y el virus de la hepatitis C que por aquel entonces se llamaba hepatitis no A no B. También tengo trastorno bipolar y diabetes tipo 2 que me diagnosticaron hará unos 20 años.
El armario lo tengo lleno de medicamentos.
En mi primer año de estudiante de medicina me enganché a la heroína, posiblemente esto fue lo que me produjo la infección por VIH.
Cuando me lo diagnosticaron me sentó fatal, estuve tres meses ingresado debido a la presencia de unos hongos en la sangre.
Empecé con tratamientos retrovirales de zidovudina y didanosina que me bajaron la carga de virus en sangre y como consecuencia empecé a encontrarme mejor.
Después del periodo que estuve ingresado, me volví a enganchar, perdí muchas amistades y sentí mucho rechazo que se agravó cuando entre en una asociación y decidí dar visibilidad a mi enfermedad.
Cuando estaba con la terapia triple, después de dos años decidí contárselo a mi familia. Me dieron todo su apoyo, les conté lo que tenía, que no se alarmaran y que no tenía efectos secundarios. Volví con ellos otra vez. Pasé por una depresión tremenda, en ese momento me ayudaron mucho, mi padre, mi madre y mis sobrinas, que ahora que son mayores y saben todo sobre mi enfermedad.
También he tenido mucho apoyo de psicólogos, psiquiatras, infectologods y oftalmólogo, etc..
Al principio sentí mucho apoyo en la asociación de gays positivos Alacant que era un grupo de gays de Alicante que vivíamos con el VIH. Luego, cuando vine a Madrid, contacté con una asociación con la que colabore. Esta actividad me ayudó mucho porque he estado llevando un grupo de apoyo de LGTB con VIH y he aprendido muchas cosas. Casi todos son amigos míos, como soy el mayor, me cuidan estupendamente, siempre tengo a quien llamar y a alguien que te eche una mano o quedar para cenar y ver una peli.
Ahora estoy tomando tres fármacos y tengo el hígado bastante tocado por causa de la cirrosis que me produce la hepatitis, es lo que más me preocupa, pero estoy bien, hago una vida normal, no tengo efectos secundarios como atrofia facial o grasa acumulada en el estómago. No tomo alcohol y estoy a dieta. Lo que más me incomoda es que tengo que ir a los médicos y a los hospitales de vez en cuando a por la medicación y a realizar pruebas y a veces es un poco lío.
Tengo la incapacidad laboral desde los 40 años y estoy muy contento porque llevo mucho tiempo sin tomar metadona y controlado por la medicación que también mantiene a raya mi trastorno bipolar, aunque a veces es un poco pesado.
Ahora estoy pasando por una época feliz, me siento eutímico (ni con euforia, ni con depresión), tengo mi piso en Chueca, me levanto todas las mañanas para ir al gimnasio, antes paseaba todos los días a mi perrito, que el pobre se murió hace unos meses y ahora trabajo en casa o en la asociación en un proyecto relacionado con el VIH y por las tardes me voy a tomar una cervecita.
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