Andres Rafael, VIH, - testimonio, Colombia.

No sé por donde empezar...

Mi experiencia con el VIH, parte de decir que, no tengo la enfermedad, es porque estoy enamorado de alguien que la tiene. Hace algún tiempo conocí a alguien y fué bonito, poco a poco me enamoré de él.

Lo quiero sin importar su condición, sin importar las manchas en su piel, sin importar si tiene mucho o poco tiempo de vida... solo sé que lo quiero y deseo que estemos juntos hasta donde la vida lo permita.

Al principio, con temor e inseguridad en mi mente se pasaron muchas dudas, ¿qué pasaría si nos besamos?, ¿qué pasaría si alguna vez estamos juntos y hay un descuido?... Realmente son momentos difíciles, donde tienes que tomar decisiones. Creo que la mejor decisión que pude haber tomado, es mirar sus ojos y enamorarme sin importar lo que le sucedía, estoy feliz y quiero que él sea feliz a mi lado.

No existen temores, ahora solo existe el amor que nos tenemos.

Esto me ha enseñado, que el amor no tiene condiciones, no tiene fronteras, no tiene limitaciones.

Lo quiero sin importar nada y sobre todo lo quiero, porque me cuida.