Ainara Agerrista
Ainara Agerrista
Soy cabezona, fuerte con ganas de vivir y poder disfrutar de la presencia y el estar con mi familia que sufren por mí.
Soy positiva, menos cuando tengo ese dolor que solo pienso en querer morirme. Me limita poder estar con mi nieto de dos meses, poder disfrutar de mi querido pitbull.
Muchas veces hace viento y frío y no puedo salir por el gatillazo, estoy empezando a ser irascible con todo el mundo, no quiero hablar por miedo al gatillo y comer por el mismo motivo.
Al principio no me supuso nada por ignorancia hacia esta enfermedad, de la que nunca había oído hablar.
Según iba yendo al neurólogo y después de ir, cada dos por tres, a urgencias, me empecé a dar cuenta de que esta enfermedad no tenía cura y que los medicamentos no respondían al dolor. Empecé a encerrarme en otra habitación, aislada de mi marido y a oscuras, sin querer saber nada de nadie, sufriendo en mi soledad, silencio y oscuridad mis dolores, pensando en querer morirme.
Así estuve durante 4 meses horribles con gatillazos casi diarios, hasta que de repente pasa un día, dos, tres, cuatro, cinco y así sucesivamente sin dolor, entonces dejé de ir al neurólogo y a los médicos diciéndome, a mí misma y a todos, que los médicos se habían equivocado de diagnóstico.
Empecé, otra vez, a tener una vida normal olvidándome de la neuralgia de trigémino, hasta que a los 6 meses, me volvieron esos dolores horribles. Llamé al ambulatorio para que me activaran otra vez la medicación y con valentía seguí yendo a trabajar, sacar a mi pitbull, con una bufanda o chal que me tapara toda la cara y cabeza para que no me diera el viento.
A veces me iba bien y en otras no, pero seguí insistiendo hasta que se fue otra vez, hasta hace un mes y medio que ha vuelto y a mucho peor y más constantes, con ingresos y con cita para consultas quirúrgicas.
Ahora sí que tengo miedo..., pero hay que pensar en positivo pensando que lo peor que me podría pasar seria que me vieran que me faltan tornillos en la cabeza y que me los pusieran, dejando de ser la loca y sonriente chica que soy, y pasando a ser la chica responsable, seria, calculadora y aburrida en que me convertirían...ji,ji,ji.
Me gustaría saber de alguien que se halla operado o no sé, saber que alguien pueda entender lo que me pasa, porque yo no lo entiendo ni lo comprendo, y porque explicarlo a alguien que no lo tiene es muy difícil. Gracias
Historias de Neuralgia del trigémino en Valladolid
Historias de Neuralgia del trigémino en Madrid
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