Juanita Ruiz, Lupus, Fuera de España, Colombia.

Me diagnosticaron Lupus a los nueve años, vivía con mi papá en un pueblo del Tolima y vine a pasar las vacaciones con mi mamá cuando empece a perder el apetito, los olores de la comida me gustaban pero, al momento de comer, me daba rebote y ya no quería. Mi mamá recuerda que estaba muy flaca en ese tiempo, yo no lo recuerdo en realidad.

Por lo que me estaba pasando, mi mamá decidió llevarme al medico, el cual me ordenó exámenes, exámenes que no recogimos porque se demoraban los resultados y decidimos irnos de viaje y al regresar recogerlos.

En el viaje, un día, me empezaron a hinchar la cara y el cuello, después todo el cuerpo y decidimos ir al médico del pueblo pero no me dijeron mucho, dijeron que eran paperas. Cuando ya llegó el último día, en el cual me empezó a doler mucho el pecho, nos devolvimos de inmediato a Bogotá y fui por urgencias. Me tuvieron que operar del corazón de urgencia, después de la cirugía me dicen que es lupus.

Mis primeros años con el lupus fueron complicados, muchos doctores no daban esperanza alguna, pero un día simplemente empece a estar bien durante mi adolescencia. Pero como el lupus es cambiante empecé de nuevo a sufrir a mis 19 años problemas renales de huesos y convulsiones. Nunca había pasado por eso y ¡ que horror! siendo así empece nuevamente una lucha por mi recuperación.

A los 21 años empecé terapia de diálisis, gracias a Dios, di con una unidad renal maravillosa y tuve una recuperación exitosa.

A mis 23 años de vida actualmente, Dios hizo el milagro que un día decidí pedirle, me regaló un nuevo riñón. Ahora esto me hace muy feliz.

Pero en la vida adulta ahora, me da mucha tristeza como las personas te subestiman, cuando a veces pienso que puedo llegar a ser mucho más fuerte que ellas.

¿Cómo me cuido? Mi principal medicina se llama Dios, de segundo plano trato de comer lo más saludable posible y tomar juiciosa mis medicamentos.

Y solo me queda decir todo esto que he vivido y, cada vez salgo victoriosa, es por una sola razón, tengo un propósito muy grande en esta vida.