María Ángeles Coves
María Ángeles Coves
Hola, mi nombre es María Ángeles, tengo 39 años y soy de Elche (Alicante), estoy casada y tengo dos niños, una niña de 12 y un niño de 5 años.
El 15 de febrero de 2016 mi vida cambió para siempre. Bueno, todo empezó un par de semanas antes cuando acudí a mi médico de cabecera para que me hiciesen una analítica ya que hacía tres años de la última, no tenía síntomas ni me encontraba mal, sólo fuí porque yo siempre he practicado deporte y me propuse correr la media maratón de mi ciudad ya que siempre había practicado deporte. Al día siguiente de la extracción de sangre me llamaron para que acudiese a hematología, yo lo único que pensé es que tenía anemia, allí me presenté sola y la médica comenzó hacerme preguntas, al final me dijo que el recuento de linfocitos era muy bajo y mi cuerpo luchaba contra algo. Salí de allí con muchas preguntas y un montón de papeles para hacerme pruebas, las dos semanas siguientes fueron un aluvión de pruebas y el 15 de febrero recibí la noticia "María Ángeles tienes cáncer, tienes un linfoma de no Hodgkin" imaginaros, con 36años y que te den esa noticia.
El linfoma de no Hodgkin es un cáncer de la sangre, es un cáncer crónico que ha día de hoy no tiene cura, lo que quiere decir 'que volverá.
Al día siguiente me hicieron una punción en la médula que por suerte salió negativa, médula no estaba afectada.
Diez días después del diagnóstico ingresé en el hospital para ponerme la primera sesión de quimioterapia, estuve ingresada tres días en los cuales la mediación entraba en mi cuerpo, yo aún no me creía que estuviese en esa situación, sentía miedo, rabia, incertidumbre por lo que me iba a pasar.
Volví a casa y en los días posteriores no tenía casi síntomas, algo de malestar y un sabor a hierro en la boca que no se me fue durante todo el tratamiento.
Ya en casa tomé la decisión que el cáncer no iba a ser más fuerte que yo y no iba a permitir que se entrometiera en mi vida y a día de hoy puedo decir que fui más fuerte que el cáncer.
A los dieciocho días después de la primera quimio se me cayó el pelo(desde el primer momento tomé la decisión de ponerme pañuelo, no quería peluca),no os voy a engañar, aún recuerdo esa mañana sábado, me iba a trabajar,(trabajo en un supermercado, soy charcutera) porque durante todo el tratamiento seguí trabajando, como he dicho arriba no iba a permitir que el cáncer fuese más fuerte que yo.
Bueno volviendo a ese sábado me levanté como todos los días y ya me había cortado el pelo, pero tenía una mecha algo más larga, pues en el aseo fui a peinármela con la mano y me quedé con la mitad de la mecha en la mano, aunque yo lo tenía asumido que se me iba a caer, con el pelo aquel día también se me fue alguna lágrima (una de las pocas veces que lloré por el cáncer).
Como ya os he dicho tuve mucha suerte porque pude seguir trabajando y eso me mantuvo activa y con la mente ocupada.
Estuve ocho meses de tratamiento, donde me dieron 12 sesiones de quimio cada 21 días. En la sexta sesión por la tarde me dio fiebre y me fuí al hospital, tal y como me habían dicho los médicos, si llegaba a tenerla. Nada más llegar me aislaron en una habitación junto a mi marido y me hicieron una analítica donde comprobaron que me había quedado sin defensas y palabras textuales del médico, "el cáncer no te va a matar pero un simple constipado ahora mismo y te mueres", imaginaros mi cara, estuve tres días ingresada y aislada, llena de vías y con un montón de mediación ese fue el único momento de toda la enfermedad en la cual me sentí vulnerable y enferma.
Pero como dicen lo que no te mata te hace mes fuerte, salí de allí con muchas más ganas de luchar.
Otra cosa a la que no renuncié durante todo el tratamiento fue a salir, no renuncié a ninguna cena con amigos, tardes de juegos con mis hijos o a cualquier plan que me surgiera.
Finales de agosto termino con la quimioterapia más agresiva, me quedaba cuatro sesiones pero ya más leves.
Llega septiembre y le digo a mi médico que quiero empezar a correr de nuevo, el sólo me dice que vale, que me busque un entrenador y que vaya poco a poco ya que mi cuerpo está hecho polvo de la quimio.
8 de septiembre primer día de colegio, dejo a los nenes en el cole y me voy a correr a ver qué tal, me pongo una gorra porque aún no tenía pelo y no quería salir con el pañuelo, me pongo las zapas y la música, y salgo a correr, ese mismo día consigo hacerme 6k, nada más terminar me puse a llorar porque me di cuenta de que la vida me había dado una segunda oportunidad y no la iba a desaprovechar.
Me busqué un entrenador con el cual sigo y me ha llevado a conseguir cosas impensables para mi eso 8 de septiembre.
Empecé a correr y seguí con el tratamiento durante dos años más, hace seis meses escasos que terminé totalmente. Durante todo este tiempo he conseguido mucho, he hecho 13 medias maratones, una maratón la de Valencia 2018, dos ultras la transilicitana (104k en 24horas, mi mayor hazaña deportiva hasta el momento, conseguí cruzar la meta con mi entrenador y una gran amiga Erica en 18 horas, cruzar esa meta significó un antes y un después, ahí me dí cuenta de lo fuerte que era tanto física como mentalmente y que si había conseguido eso, sería capaz de conseguir todo lo que me propusiese).
Y la subida al Pico Veleta (Granada) con un gran amigo y compañero de running, Jonatan, 50k de pura ascensión. Y no se ya cuántas carreras de 5k y 10k llevo ya con algún que otro pódium.
Y esto sólo acaba de empezar, tengo muchos más retos en mi cabeza que voy a conseguir o por lo menos intentar.
PORQUE NO ERES LO QUE LOGRAS, SINO LO QUE SUPERAS.
Todo esto no lo habría conseguido sin el apoyo de mi familia y amigos, mi marido que siempre a estado a mi lado en la lucha y me ha visto en mis peores momentos, sin su cariño, comprensión y apoyo todo hubiese sido más duro. TE QUIERO, mis dos soles, mis hijos Emma y Ángel os quiero con locura y vosotros fuisteis los culpables de que mamá luchará como una guerrera para salir victoriosa de la batalla más difícil que me ha tocado. Mis padres, hermanos y cuñados que siempre han estado a mi lado para ayudarme en todo. Mis amigas las que siempre han estado ahí para escucharme y echarnos unas risas juntas.
Gracias a todos los que de una manera u otra me habéis ayudado.
MÁS INVESTIGACIÓN PARA MÁS VIDA!!!!
#historiasdesuperacion #cancer
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