Víctor Manuel Vargas, Infarto de miocardio, Madrid, España.

En la noche del 6 al 7 de febrero empecé a notar como una flema, me levanté a baño y lo que eché al toser fue saliva de color rosa, se lo comenté a mi mujer y me dijo que inmediatamente me vistiera para ir a Urgencias, avisó a mi hijo pequeño, que estaba en cama y me llevó en su coche. Yo ya empezaba a sentir como si me faltara el aliento y tenía dificultades para respirar, ya en Urgencias me metieron de todo y como me encontraba muy mal, en una ambulancia me trasladaron a La Paz. Allí llegué sobre las 2 o 3 de la madrugada, me atendieron y al cabo de un par de horas y ya me encontraba bien. Por la mañana llegó un cardiólogo y me dijo que me había dado un infarto y que tenían que ingresarme para hacerme unas pruebas, primero un ecocardiograma, el lunes un cateterismo y en esa prueba me dijeron que tenía que operarme y colocarme tres bay-pass en las coronarias.

OPERACIÓN A CORAZÓN ABIERTO Y RESULTADO

Me operaron el día 10 de febrero a las 15 horas. Estuve en el quirófano hasta las 23:30 y lo primero que recuerdo es alguien que me decía: Víctor despierta y Víctor respira, era media mañana del día 11 y me estaban quitando el tubo que tenía metido en la boca para respirar. Una cosa tengo que decir que estaba en una situación de relax impresionante y lo único que quería era que me dejaran dormir. En la sala de recuperación y cuidados intensivos estuve hasta el día 15, ese día me trasladaron a la planta de cardiología y allí permanecí hasta el día 28 en que me dieron el alta de hospital.

MI VIDA DESPUÉS DE OPERARME Y REGRESO A CASA

Una cosa muy importante fue, que ya estando en La Paz, me dijeron que de estar tumbado nada de nada, que había que caminar, empezar poco a poco e ir incrementando el ritmo, también me dijeron que tendría que hacer REHABILITACIÓN CARDÍACA, cosa que hice durante dos meses en el hospital de Canto Blanco donde conocí a la Dra. Almudena Castro, responsable del departamento de Rehabilitación Cardíaca que me ayudó mucho junto con el espléndido equipo.

De la rehabilitación cardíaca sólo puedo decir que fue lo mejor para mí, pues allí me enseñaron a vivir después del infarto, que ejercicios podía y debía hacer para recuperarme totalmente y poder hacer una vida mejor y los cuidados que debía de tomar para no volver a caer en lo mismo. Yo soy diabético e hipertenso, cosas a las que no hice ningún caso de los consejos de los médicos, tanto de la empresa como de familia y el resultado fue que me salvé por poco.