José Antonio Carrión, Infarto de miocardio, Sevilla, España.

Me introdujeron cuatro stent en esa arteria y dos más por precaución en dos coronarias porque había indicios de futuras lesiones. 

Después de haber sufrido las consecuencias de las operaciones, los primeros días los pasé mal, incluso entré en una fase de depresión pero, gracias a mi mujer que se dio cuenta de lo que me estaba pasando, empezó a animarme a que saliera de casa, contactar con los amigos y con familiares. Esta fase de decaimiento fue breve, me duró unos veinticinco días aproximadamente. Seguidamente me incorporé al trabajo, al principio en el trabajo, lo pasé un poco mal, pero poquito a poco lo fui superando. En un par de meses o tres superé la situación gracias a mi mujer y a salir fuera y estar con la familia y los amigos. 

Nunca he sido fumador ni bebedor, pero todo esto sucedió a raíz de una situación de mucho estrés en la empresa donde trabajaba, era encargado de una empresa de mecanización, tenía más de 70 personas a mi cargo, entre el personal, las compras, presupuestos, cartera de clientes, llevaba muchísimas cosas y el estrés pudo conmigo y con mi cuerpo. 

Durante el proceso de recuperación, a raíz de mi estancia en el hospital, en el año 2007, contactó conmigo una enfermera que se dedicaba a la rehabilitación de pacientes y comenzamos a hablar de la posibilidad de crear una asociación aquí en el pueblo de Mairena Del Alcor . Empezamos a contactar con personas que habían sufrido la misma dolencia, se convocó una reunión, se eligió a la junta directiva, se redactaron los estatutos y formamos la asociación. Llevamos doce años ya funcionando con gente que ha visto la positividad de una rehabilitación secundaria después de un infarto, con una media de unos cien socios y la verdad es que estamos muy contentos. El día del corazón hacemos encuentros todos los años, en la provincia de Sevilla seremos unas dieciséis o diecisiete asociaciones y en los pueblos del area sur de Sevilla vamos haciendo de forma alternativa la Semana de la Salud o el Día del Corazón y nos reunimos todos los pacientes de todas las asociaciones para compartir actividades, como tablas de gimnasia, el desayuno cardiosaludable, una conferencia de un médico, etc. 

En la asociación hacemos tres días a la semana ejercicios físicos de mantenimiento, adaptados a nuestra dolencia con un monitor y también hacemos viajes socio-culturales y marchas de senderismo.

También hacemos voluntariado en los hospitales, a los dos años de constituir la asociación aproximadamente, nos incorporamos a otras que ya estaban realizándolo y ahora ya somos cinco o seis asociaciones las que nos dedicamos a ello. 

Consiste en ir a la planta de cardiología, con una lista qiue nos facilitan los médicos o enfermeros de rehabilitación, visitamos al enfermo, hablamos con él, le damos ánimos, le explicamos que nosotros también somos enfermos de corazón, que llevamos una vida normal y como es nuestro día a día.  Hay personas que conoces allí como gente joven con cuarentaitantos años, muy serios, preguntándose porqué les ha pasado esto, ahora que voy a hacer, y les explicas tu experiencia y como llevas tu vida y conforme les vas hablando ves que van cambiado sus caras, se quedan más animados, más contentos y sus familias quedan sorprendidas del cambio.

Cuando sales fuera te queda la satisfacción de que al menos una persona se ha quedado sonriendo.