Emilia Quintana, Incontinencia, Madrid, España.

Por ello tuve que recibir radioterapia y después cirugía para extirparme el tumor. En ese proceso me colocaron una bolsa de ileostomía que llevé durante nueve meses y cuando me operaron para quitarme la bolsa de ileostomía y recuperar el tránsito intestinal normal a través del ano, pensé que mis problemas habían acabado, pero no fue así. Supuso el inicio de algo que no me esperaba.

A causa de la radioterapia  y de la cirugía tan cerca de los esfínteres, me ha quedado lo que se llama síndrome de resección anterior baja que conlleva diarreas, incontinencia y dolor. Eso ha hecho que me impidiese volver  a trabajar.

Afortunadamente, siempre he contado con el apoyo de mi pareja, de familiares y de amigos que han estado ahí y que me han apoyado, y también, muy importante, con el apoyo de mis médicos que, no solo se han preocupado de curarme físicamente, sino que han pensado, o estaban ahí, para ver lo que podían hacer para ayudarme a llevar una vida mejor y de más calidad. También para escuchar y entender  que de este proceso, derivan unas secuelas psicológicas importantes.