Gema De La Riva
Gema De La Riva
Me llamo Gema de la Riva, soy de Huelva y padezco Síndrome de Ménière bilateral desde los dieciséis años. Esta enfermedad, de baja incidencia en la población, se caracteriza por tres síntomas principales: vértigos rotatorios, pérdida progresiva de la audición y acúfenos, aunque en el día a día son muchas más las dolencias. Inestabilidad permanente, nauseas, mareos, migrañas…. Nos acompañan en esta incesante y cruel batalla.
A mis treinta y dos años, no tengo ningún recuerdo de mi vida en el que no haya estado luchando, pero tampoco tengo ningún recuerdo en el que no haya sido feliz.
¿Qué me ha quitado la enfermedad? Es una patología devastadora, te va destruyendo el oído interno y con ello el equilibrio y la audición; te priva de algo tan infravalorado como el silencio; te regula sentimientos como el miedo, la frustración, la incertidumbre, la incomprensión o la soledad, a la que te empuja, apartando de tu camino a amigos, familiares y parejas. Te convierte en una persona dependiente y te rompe tus esquemas, tus sueños e ilusiones de la noche a la mañana...
Es muy difícil asimilar que una enfermedad crónica, sin cura, caprichosa e incierta en su evolución y degenerativa, va a convertirse en tu principal compañera de viaje. Es muy difícil aprender a vivir con limitaciones, con miedo a que las crisis aparezcan en cualquier lugar y de cualquier manera, con la incertidumbre de saber cómo y dónde estás hoy, pero nunca mañana.
Es muy difícil vivir con Síndrome de Ménière pero no imposible.
Porque en la vida siempre tenemos dos opciones; seguir durmiendo con nuestros sueños o levantarnos y perseguirlos; porque cuando el plan a no funciona, existe un abecedario de 26 letras más; porque el dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional.
Cada batalla es un aprendizaje y en eso se ha convertido la enfermedad para mi,
Me ha enseñado a valorar y exprimir cada segundo como si fuera el último, a no intentar buscar cosas extraordinarias para disfrutar extraordinariamente de las cosas ordinarias, a entender la vida como un regalo y no como un derecho, porque cada amanecer no es un día más, sino un día menos.
Me ha ayudado a comprender que la vida es un viaje en tren, en el que pasajeros suben y bajan continuamente; a disfrutar de los que están y aprender de los que estuvieron. A querer más y mejor.
Me ha ayudado a empatizar con los problemas ajenos, a lo que dedico la totalidad de mi tiempo libre. Porque ayudando a los demás, me ayudo a mi misma.
No me planteo cómo estaré en el futuro. Ni siquiera mañana. Cada día lo lucho, lo exprimo y lo disfruto. Cada día sonrío con ganas. Cada día amo con fuerza.
He conseguido ir a conciertos de música, hacer deporte, recorrer el mundo, montar a caballo o tirarme en tirolina. No pienso en mis límites, sólo afronto el día a día como un reto en el que tengo que sobre – VIVIR.
El Síndrome de Ménière me ha arrebatado mucho, pero nunca me arrebatará las ganas de vivir, de aprender y de luchar.
El libro “Vértigo. Vivir con Síndrome de Ménière”, nace desde el corazón de todas aquellas personas que sufren esta enfermedad invisible, silenciosa e incapacitante. De sus miedos, sus sentimientos, la esperanza y la lucha,.
Todos los beneficios irán destinados a la investigación a través de ASMES (Asociación Síndrome de Ménière España), que surge con el objetivo de difundir la enfermedad, fomentar la investigación y ofrecer un lugar de apoyo a afectados y familiares.
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