Santiago Santana, Enfermedad de Crohn, Granada, España.

Pues todo empezó con un dolor desde la nalga hasta lo que es por detrás de la rodilla . Yo vivía en un pueblo que se llama Nerva, en la sierra de Huelva, fui al hospital comarcal de Riotinto y me dijeron que sufría de "ciática", aún sabiendo que era un enfermo de crohn diagnosticado 6 meses antes por ellos mismos, tras 2 meses de dolores y de ir y venir de urgencias. Me pusieron calmantes y me mandaron para casa con las mismas, incluso me mandaron a rehabilitación, cosa que nunca llegué a ir por el tiempo que tardó en llegar la cita.

El dolor fue a peor ya, no podía moverme, no podía ir a la compra, ni siquiera poder moverme del sofá, entonces decidí ir de nuevo al hospital por 7ª u 8ª vez. Llegué, incluso, a pedirles que me ingresaran y me hicieran las pruebas pertinentes pero, de nuevo me pusieron calmantes y para casa. Estuve casi 3 meses sin salir de casa, tenía que hacer caca en un cubo y orinar en una escupidera porque no me daba tiempo a llegar al wc y ni imaginar el salir de la casa, aguantando a base de calmantes para la supuesta "ciática". 

Mi madre, con su sexto sentido de madre, vino desde Motril (Granada) hasta Nerva, pueblo en el que residía, y al verme, se asustó, me cogió sin decir ni una sola palabra y me llevó al hospital de Riotinto de nuevo. Inmediatamente me ingresaron, estuvieron 15 días haciéndome pruebas y ahí me descubrieron que tenía una perforación en la tripa por culpa de una úlcera causada por la enfermedad de crhon y a lo que los médicos del hospital comarcal de Riotinto habían llamado "ciática". Llegué al hospital de Huelva supuestamente para hacerme un drenaje y con la intención de volver al hospital de Riotinto, cosa que no llegó a suceder debido al estado tan lamentable que llevaba. Yo ya ni estaba en mi mismo, llevaba 3 meses con una perforación en la tripa, un absceso que no me dejaba andar, deshidratado, con fiebres desde 40 hasta 46 grados, según me dijeron los médicos, y casi desfallecido.

Me operaron de urgencias y me pusieron un drenaje en la nalga para poder ir vaciando el absceso tan grande que tenía. Al día siguiente me dijeron que me tenían que operar de nuevo. En esa noche sufrí una hemorragia interna y me dieron 24 horas de vida si no se cortaba la hemorragia. Tenía que entrar en quirófano inmediatamente a vida o muerte, con más posibilidad de muerte que de vida, según le dijeron a mi madre los médicos, y la recuperación sería tan grave como la cirugía o más. Prepararon la Uci, el quirófano y me dijeron mi estado, me asusté y pensé que esa sería mi última noche, me pusieron 3 bolsas de sangre y 2 bolsas de hierro por vía central junto a coagulantes y morfina para los dolores que, por suerte, dieron resultado.

A los 3 días me operaron aun en estado grave, ahí me cortaron 25 cm de tripa y me pusieron mi ileostomía, un poco más restablecido ya, pero con ciertas complicaciones además de pesar solamente 44 kg con 1'80 m que mido. Poco a poco fui recuperándome, estuve 5 meses pasando dolores y 2 meses de ingreso.