María Díaz, Diabetes, Ourense, España.

Diabetes

"Vivir con diabetes me ayuda a conocerme, aceptarme y aprender a estar en paz conmigo misma y con la vida"

María Díaz

María Díaz

¡Hola! Me llamo María y desde los 11 años (ahora tengo 33) convivo con una compañera de viaje: diabetes tipo 1.

Sin embargo y aunque me costó años reconocerlo, ahora sé que vivir con una enfermedad no me limita en ningún sentido y que si haces las paces con ella puede convertirse en un regalo para tu vida. Un regalo diario de crecimiento, aprendizaje, expansión y también de felicidad. El camino a la aceptación ha sido largo, pero me gustaría compartir contigo mi experiencia por si de alguna manera te puede inspirar en tu propio caminito de vida.

Por eso me gustaría contarte mi historia a través de una carta que le escribí a mi niña de 11 años, a la que por aquel entonces, le acababan de diagnosticar diabetes tipo 1. Una carta con algunas de mis reflexiones sobre lo que aprendí en estos 22 años con diabetes. Una carta para mí misma y para ti que la lees también:

“Querida yo de 11 años.

Sé que ahora mismo no entiendes muy bien qué está sucediendo. Entiendo que te sientas perdida y asustada.

Estás en el hospital ingresada y las caras que ves a tu alrededor son de preocupación y angustia. Sin embargo déjame decirte que no estás sola en esto y que jamás lo estarás.

Imagínate esta nueva experiencia que estás viviendo como una aventura. Toda aventura está llena de grandes retos y aprendizajes. También de algunos cambios para ti y para tu familia.

Puede parecer un caos al principio. Incluso es posible que ese caos dure unos cuantos años más, pero sé que eres muy valiente y te garantizo que todas las pruebas que aparezcan las vas a superar. Todo lo que suceda te hará más fuerte. Y, aunque ahora quizás no lo veas también serás mucho más feliz.

Pero… ¿cómo voy a ser feliz con una enfermedad? Quizás en muchos momentos te hagas esta pregunta e incluso creerás que por culpa de la enfermedad y de lo que ella trae a tu vida es imposible que puedas ser feliz, pero es precisamente gracias a ella que iniciarás un viaje de vuelta a casa, de vuelta a la salud y a tu bienestar. Un viaje de vuelta a ti misma y a lo que eres de verdad.

En esta aventura conocerás a muchas personas que te acompañarán en tu camino porque también lo están recorriendo y eso hará que no te sientas sola. Te darás cuenta de que eres capaz de conseguir y de hacer cualquier cosa que te propongas y tanto tu familia, tus amigos y la gente que conocerás en tus visitas al hospital te apoyarán en todo momento para que descubras lo que es mejor para ti.

Aprenderás un montón sobre ti misma, sobre quién eres y para qué experimentas una enfermedad e incluso podrás compartir tus aprendizajes con amigas y amigos que están en una situación parecida a la tuya.

Y aunque el viaje está lleno de desafíos y, en ocasiones también decepciones, en realidad nunca puedes fracasar porque siempre aprenderás algo nuevo y la felicidad, e incluso la tranquilidad que ahora parecen estar tan lejanas, te prometo que también llegarán.

¿Te cuento otro secreto? Aunque ahora todavía no lo veas, te encantará cuidarte y ocuparte de ti misma para estar cada vez más presente en tu vida y así te tratarás con mucho amor y cuidado.

Aprenderás a tomar responsabilidad de todo lo que te sucede y a hacer de tu salud y bienestar una prioridad.

Aprenderás que incluso con una enfermedad la mayoría de los momentos en tu vida no te sentirás como una persona enferma y descubrirás que en lo esencial ninguna enfermedad tiene el poder de hacerte infeliz.

Sólo tú decides ser feliz."

"Atravesar tus miedos, uno a uno y a mirarlos de frente, sin huir de ellos"

"Aprenderás que eres valiosa y capaz. Igual que cualquiera que no tenga una enfermedad.

Aprenderás que la enfermedad no te define como ser humano, no te quita tu valor, no determina quién eres de verdad ni lo que puedes o no puedes hacer.

Pues tú y solo tú decidirás de todo lo que eres capaz.

Aprenderás que no eres un número ni el valor de tus resultados de glucemia o de tus resultados médicos, y aunque habrá días en los que te sentirás agotada, triste, frustrada o enfadada contigo misma por volver a “fallar”, o por estar alta o baja o por no comer esto o aquello, sabrás que esos momentos también están bien porque te harán más fuerte, más valiente, más vulnerable y por lo tanto te sentirás viva.

Aprenderás a atravesar tus miedos, uno a uno y a mirarlos de frente, sin huir de ellos. Y eso te ayudará a que se esfumen de tu vida.

Aprenderás a confiar en ti misma, en los demás y en la vida, pues dejarás de culparte por tener una enfermedad y aprenderás a darle las gracias por todo lo bueno que te ha traído. También se las darás por lo no tan bueno, por el dolor. Pues será el dolor el que iniciará una verdadera transformación en tu vida. Será el dolor lo que se transforme en amor. Amor por ti misma, amor por lo que eres, amor por la vida. Solo así serás feliz. Y lo vas a conseguir.

Así que ahora, aunque estés en una cama de hospital y creas que la vida no es justa, créeme, esto también pasará y aprenderás a vivir.

Confía en mis palabras, en todos los ánimos que te envío en este momento, en todo el cariño y el apoyo que recibes y recibirás.

Eres afortunada y aunque quizás ahora creas que lo que te sucede es justo lo opuesto a eso, te garantizo una vez más que un día sentirás de verdad que ha sido así. Y te darás cuenta que tu vida, nuestra vida, es como una especie de maravillosa canción que aprendemos a escuchar cada día.

Escríbeme siempre que lo necesites, pues escribir tus diarios y la música te ayudaran a sentir todo eso que a veces nos cuesta tanto digerir.

Te prometo que viniste a ser feliz y que tu vida, al final, está en tus manos.

Y sé que decidirás ser feliz.

Confía.

Con cariño, te quiere

Tu yo de 33 años.”

*Si te apetece que caminemos juntos también puedes encontrarme en:

Te mando un abrazo lleno de amor.

María.