Cristina Organero
(Persona que cuida)
Cristina Organero
Toc toc (llaman a la puerta).
- ¿Se puede? Ya me voy, cielo. Que pases buena tarde, te veo mañana. Te quiero - Esa es la bonita forma de despedir el día que tiene Martina.
Todos esos pequeños momentos que ella y Ángela compartían día a día son los que dificultan la línea que separa lo profesional y lo personal, convirtiéndose en algo borroso, como el horizonte desdibujando el mar, complicado de separar.
Ángela no es una cuidadora común; ella es inexperiencia, es ilusión, es creatividad, es una metepatas, le gusta hacerla rabiar… en definitiva, es algo más de lo que normalmente se entiende por “cuidadora”.
Desde el principio, ella quiso hacer realidad el sueño de Martina, y en sus primeros días en el Centro la nombró su “secretaria”, lo que supuso todo un honor para ella. La confianza se fue consolidando, en sus ojos se notaba ilusión, la misma ilusión que había perdido durante sus 84 años de penurias y sufrimiento.
Como directora, Ángela sabe que el tiempo es insuficiente, escaso. Desafortunadamente, cuesta rascar instantes para conocer e intimar con las personas usuarias. Sin embargo, ¡qué ironía!, puesto que es precisamente el escuchar dichas experiencias vitales lo que acaba dando sentido a su trabajo, a su labor, a su continuo aprendizaje… o al cambio de enfoque y perspectiva en su vida cuando comparte vivencias con los mayores.
Martina se da cuenta de que Ángela tiene que pasar mucho tiempo en su despacho, que está atada a sus obligaciones, es por eso que pide a diario visitarla, ayudarla con todo ese “papeleo” que siempre forma parte del desorden de su mesa. Ángela, a pesar de tener que buscar quehaceres para Martina, secretamente está encantada con que la acompañe y ver que ella es feliz sintiéndose útil. Viendo su sonrisa constante y las sabias arrugas de su rostro.
Tras meses de confesiones, un día Ángela decide regalar a Martina por su cumpleaños una foto de ambas trabajando en la misma mesa, codo con codo. La foto refleja la felicidad y complicidad que sienten cuando están juntas. Para Martina, es el mejor regalo que le podrían haber hecho. Llena de ilusión, se lleva la foto a casa, la enmarca y decide ponerla junto a la foto de sus nietos y la de la boda de sus hijos, la sitúa en el lugar más importante del salón. Así, siempre que alguien la visita, ésta la enseña orgullosa diciendo: “esta es mi amiga, mi jefa, y yo… yo soy la secretaria del Centro de Día”.
Julia, la hija de Martina, llama a la directora del Centro, comentando que su madre ha mejorado mucho su estado anímico, que se siente otra, más plena y completa, y que el Centro de Día le ha devuelto la ilusión.
Tristemente, un día ocurre algo terrible. Una auxiliar del Centro avisa a Ángela porque Martina no se encuentra bien, ha comenzado a tener descoordinación en sus movimientos, afasia y, por si fuera poco, apenas puede caminar. El equipo es rápido e inmediatamente llama al servicio de emergencias. Temiendo lo peor, deciden trasladarla de urgencia al hospital con un código ictus.
La directora ve como Martina está mal, nota que se pierde la vida en su mirada e intenta tragar saliva para no llorar delante de los técnicos de emergencia ni de su equipo, porque si llora puede parecer menos profesional. Mientras, Martina no le quita ojo porque siente seguridad si ella está presente. Cuando Martina abandona el Centro, tumbada en aquella camilla fría y acompañada por esos “héroes” desconocidos, Ángela rompe a llorar en la soledad en su despacho… con la pesada sensación en el pecho de que no la volverá a ver jamás.
Qué fácil es la teoría de la profesionalidad… pero que difícil cuando se trata de sentimientos.
Cuando la muerte asoma por la puerta, se hace más plausible lo necesario que es atesorar esas maravillosas historias que compartieron juntas día tras día.
“Ángela”… esa fue la primera y la última palabra que Martina pronunció en el Hospital. Ahí es donde la directora se dio cuenta de la importancia de ir más allá, de ser un “Supercuidador”.
Premios Relatos Supercuidadores 2021.
Este testimonio ha sido cedido por http://cuidadores.unir.net, con autorización del autor; en colaboración para dar visibilidad a las personas que viven ante la adversidad en la salud.
https://cuidadores.unir.net/premios-supercuidadores/relatos-vii-edicion-2021/3276-toc-toc-se-puede
Historias de Dependencia en Toledo
Historias de Dependencia en Illes Baleares
Historias de Dependencia en Barcelona
Historias de Dependencia en Madrid
Historias de Dependencia en Málaga
Historias de Dependencia en Cádiz
Historias de Dependencia en Alicante
Historias de Dependencia en Cantabria
Historias de Dependencia en Santa Cruz de Tenerife
Historias de Dependencia en - testimonio
Historias de Dependencia en Fuera de España
Historias de Dependencia en Coruna, A
Historias de Dependencia en Pontevedra
Historias de Dependencia en Burgos
Historias de Dependencia en Huelva
Historias de Dependencia en Murcia
Historias de Dependencia en Granada
Historias de Dependencia en Alava
Historias de Dependencia en Navarra
Historias de Dependencia en Badajoz
Historias de Dependencia en Valencia
Historias de Dependencia en Palmas, Las
Historias de Dependencia en Guadalajara
Historias de Dependencia en Ciudad Real
Historias de Dependencia en Zamora
Historias de Dependencia en Asturias
Historias de Dependencia en Valladolid
Historias de Dependencia en Vizcaya
Historias de Dependencia en Zaragoza
Historias de Dependencia en Albacete
Historias de Dependencia en Tarragona
Historias de Dependencia en Sevilla
Historias de Dependencia en Bareclona
Historias de Dependencia en Madrid
Historias de Dependencia en Málaga
Historias de Dependencia en Barbate
Historias de Dependencia en Mejorada Del Campo
Historias de Dependencia en Alicante
Historias de Dependencia en Santander
Historias de Dependencia en Móstoles
Historias de Dependencia en Estepona
Historias de Dependencia en Santa Cruz De Tenerife
Historias de Dependencia en Bogotá
Historias de Dependencia en Chile
Historias de Dependencia en Barcelona
Historias de Dependencia en Cánovas Del Castillo
Historias de Dependencia en Curtis
Historias de Dependencia en Pontevedra
Historias de Dependencia en Mexico
Historias de Dependencia en Puerto De Santa María
Historias de Dependencia en Burgos
Historias de Dependencia en Carballo
Historias de Dependencia en San Juan Del Puerto
Historias de Dependencia en Trazo
Historias de Dependencia en Patiño
Historias de Dependencia en Leganés
Historias de Dependencia en Parla
Historias de Dependencia en Caracas
Historias de Dependencia en Orviga
Historias de Dependencia en La Serna - La Guardia
Historias de Dependencia en Campeche
Historias de Dependencia en Estella
Historias de Dependencia en Benalmádena
Historias de Dependencia en Quart De Poblet
Historias de Dependencia en Bucaramanga
Historias de Dependencia en Guadalajara
Historias de Dependencia en Raxó Poio
Historias de Dependencia en Coslada
Historias de Dependencia en Ciudad Real
Historias de Dependencia en Pinto
Historias de Dependencia en Collado Villalba
Historias de Dependencia en Pamplona
Historias de Dependencia en Zamora
Historias de Dependencia en La Ceja/
Historias de Dependencia en La Cala Del Moral
Historias de Dependencia en Cártama
Historias de Dependencia en Hidalgo Del Parral/chihuahua
Historias de Dependencia en Granada
Historias de Dependencia en Querétaro
Historias de Dependencia en Oviedo
Historias de Dependencia en Ciudad De Cuenca
Historias de Dependencia en Catarroja
Historias de Dependencia en Valladolid
Historias de Dependencia en Murgia
Historias de Dependencia en Quinche
Historias de Dependencia en Ecuador
Historias de Dependencia en Colombia
Historias de Dependencia en Argentina
Historias de Dependencia en Bilbao
Historias de Dependencia en Zaragoza
Historias de Dependencia en Albacete
Historias de Dependencia en Tarragona
Historias de Dependencia en Sevilla
Historias de Dependencia en Armilla
Cargando...