Miguel Luque Avila
Miguel Luque Avila
Soy Miguel Luque Ávila, deportista paralímpico, tengo 41 años, he participado en cinco paralimpiadas Sydney, Atenas, Pekin, Londres y Brasil. Tengo una enfermedad de nacimiento, Artrogriposis Múltiple Congénita (AMC) que me produjo una malformación desde el nacimiento. Es una dificultad pero no me ha supuesto un problema para llevar una vida normal, hacer deporte y tener una familia. Mi discapacidad me ha ayudado a desarrollar otras capacidades que me han ayudado a estar donde estoy y a vivir grandes momentos y aprovecharlos.
Hemos sido cinco hermanos en mi familia, siempre me visto igual que ellos ante las dificultades y los problemas de la familia, en la convivencia, en el colegio y en general en la sociedad, lo que hizo que me sintiera tratado igual que todos. Nunca me he visto como una persona con discapacidad, he tenido la gran suerte en esta vida que mucha gente que me conoce gracias a mis hermanos y mi familia me han podido ayudar y estar conmigo en todos los momentos. Siempre me he visto uno más en la sociedad y también siento que la sociedad me ha visto a mi así.
Dificultades, las tenemos todos pero convivir con una gran familia con tantos hermanos, en un pueblo e integrado en el colegio, siempre me ha ayudado a sentirme muy apoyado y muy querido por la gente de mi pueblo, mi familia y por todas las personas que han estado a mi alrededor. Estar en silla de ruedas nunca me ha hecho sentir ni inferior ni superior, siempre he tratado y me han tratado por igual.
Ahora me dedico a hacer deporte como herramienta terapéutica por mi discapacidad, sobre todo para contener la degeneración y evitar dolores. El deporte me ayuda a estar mucho más activo y llevar una vida mucho mejor. Estoy realizando actividades en diferentes asociaciones con personas con discapacidad y diversidad funcional, charlas en diferentes colegios y compartiendo mi discapacidad, mi deporte y las cosas que he hecho en esta vida.
Desde pequeño comencé a hacer deporte, empecé con el baloncesto en silla de ruedas, empecé a destacar a nivel mundial, pero la recomendación del médico me llevó a la natación. Empezó como un juego, como una actividad , en un club de la Fundación Adaptados, luego cambié de club y estuve en el centro de alto rendimiento de San Cugat muchos años. Mi primera participación en unos juegos fue en el año 2.000, en los juegos de Sidney, donde conseguí mi primer triunfo, a partir de ahí empecé a cosechar más éxitos, en 2001 el Campeonato de Europa, en 2002 el Campeonato del Mundo en Argentina, 2004 en Atenas, 2008 Pekin, 2012 Londres, 2016 Brasil. Desde hace 17 años no he parado de cosechar éxitos a base de entrenar mucho cada día, muchas horas dedicado a la natación, compartir muchos momentos con la piscina, con los compañeros de la piscina y gracias sobre todo a la familia.
Ahora dependiendo de la competición podemos dedicar desde tres horas al día hasta cinco o seis. Descansar, comer bien ir al fisioterapeuta, mantenimiento, pesas, requiere estar todo el día con dedicación exclusiva para poder preparar estos eventos. Intento mantenerme y estar entre los mejores, lo importante para mi es estar ahí.
Ahora acabo de venir de disputar un campeonato del mundo y voy a tener unas pequeñas vacaciones, poder disfrutar de la familia, estar tranquilo, comer como nos gusta a todos, dormir, ver la tele y estar con los amigos.
Afronto la vida como viene, cogerla por los cuernos, lucho por lo que quiero conseguir e intento ser feliz en la medida de mis posibilidades. Es muy importante luchar por lo que se quiere conseguir sin detenerse. Todo en esta vida es difícil, las cosas se consiguen con esfuerzo, con dedicación y constancia.
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