Estrella Grueso
Estrella Grueso
Esté mejor o peor siempre estoy bien, doy las gracias porque tengo salud y me encuentro bien. Soy muy positiva. A día de hoy he tenido varias enfermedades a parte de esta, de no poder levantarme de la cama y a día de hoy hago senderismo, corro, puedo hacer lo que quiera, no me duele nada. Mi lema es creer que estoy sana y estoy sana, porque al final genero la positividad.
La amiloidosis se me manifiesta en las piernas, me produce unos picores grandes, no tengo dolor, es picor. Intento relajarme y ahí lo llevo.
Soy de Ciudad Real, llevo 24 años viviendo en Cartagena, me separé hace 15 años y a los tres años de separarme empezaron a salirme unos granitos en las piernas. Cuando me salieron me creó mucho complejo, me daba vergüenza llevar falda o ir a la playa. Veía que mis piernas no estaban suaves, cuando tenía relaciones de pareja me daba cosa que me tocarna las piernas, mera como si rechara esa parte de mi cuerpo. La autoestiima me la jorobó pero ahora, con casi 50 años, te dices que es lo que hay, lo he aceptado. Acudí al dermatólogo y me dijeron que tenía dermatitis y me dieron un tratamiento a base de pomada y pastillas, pero no mejoraba y fui acudiendo a otros especialistas y estuve así 10 años. En un análisis me preguntaron si me encontraba bien y me dijeron que tenía lupus, yo me encontraba bien, no me lo creí, fui al reumatólogo y me dijo que lo que yo tenía era el sistema inmunitario más fuerte de lo normal, nunca me pongo mala, no me constipo ni tengo gripe; la última vez que tuve fue a los seis años cuando me operaron de las anginas.
Me recetaban corticoides; hasta que tuve un brote demasiado grande, donde me dolía y sangraba la pierna y me hicieron una biopsia, tras la cual, me diagnosticaron amiloidosis cutánea. Noté a la médica que dio el diagnóstico muy preocupada y me explicó que la amiloidosis puede dañar órganos internos y que tendría que hacerme analíticas cada seis meses. Nunca había oído nada de la amiloidosis, cuando se lo digo a la gente, no saben lo que es. Me quedé como diciendo “bueno, pues nada, que voy a a hacer, otra cosa más a mi colección” pero me dije que eso no podía dañarme, decidí seguir con mi vida normal, con una actitud súper mega positiva.
A mis padres no quiero comentarles que tengo una enfermedad autoinmune que no tiene cura, porque no quiero preocuparlos. Mi hermano si me apoyo y mi familia si se preocupó pero como me conocen y saben de mi actitud ante la vida me dicen “quién fuera como tú”.
¿Qué gano poniéndome triste? ¿Qué gano deprimiéndome? No gano nada, al contrario, creo que perdería mucho. Sigo con mi vida, haciendo exactamente lo mismo. Me compré distintos tipos de geles y cremas con úrea para que me pique menos, hasta ahora es la única medicación que tengo porque para que me manden corticoides, prefiero que no me manden nada.
De rodillas para abajo tengo muchos granillos, cuando lo tocas parece como si fuera estropajo, tengo uno el el brazo, otro en la barriga y sé eso va a ir a más, poco a poco pero va a ir avanzando, aunque a lo mejor, de repente avanza un montón, la verdad es que no tengo ni idea de lo que puede pasar.
Ahora con casi 50 años, te dices que es lo que hay.
Me diagnosticaron la amiloidosis hace año y medio, pero con la covid-19 se paró todo, ahora es cuando se ha vuelto a retomar, porque tenía una analítica pendiente con la reumatóloga y estoy pendiente de que me digan algo.
Hay que seguir luchando hasta conseguir repuestas y siempre pensando en positivo porque la mente es tu peor enemigo. Si piensas en psotivo, atraerás cosas positivas. Si no te gusta lo que te dice un médico, te vas a otro. Yo no me voy a quedar en el sofá, diciéndome “hay probrecita de mí, me voy a morir”. Hay que luchar, aquí venimos a luchar por lo que uno quiere. Yo soy un poco guerrera y sigo luchando, llevo toda la vida luchando, llevo veinte operaciones en el cuerpo; ya desde que nací , que me entró liquido amniótico en los ojos y me quedé sin glándulas lacrimales, seguí con las anginas, tendones en los pies, me operaron dos veces de las rodillas, otras dos de los ojos, tuve angiomas, linfomas, un tumor en cada pecho, un legrado… ya no me acuerdo ni de los nombres. Las cosas normales no las tengo, tengo cosas que no son normales, por eso, no me asustó cuando me dijeron que era una enfermedad rara, me pareció normal porque yo soy rara y ya está.
Yo era una chica negativa, no me gustaba mi vida y estaba todo el día cabreada, entre comillas. Siempre me ha gustado el tema de la espiritualidad, siempre he sentido cosas desde pequeña, y hace unos once años o así empecé con unos cursos de reiki, también he echo registros akáshicos, estudié psicología transpersonal, y me di cuenta que la gente me escuchaba y que podía ayudar a las personas a superar sus dificultades, pero primero tengo que estar yo bien para poder sanar a alguien. Empecé a trabajar en mi misma, en mi interior, y llevo así más de diez años.
Me levanto feliz y contenta todos los días, puedo tener un día malo, como cualquier persona, pero luego decido yo ponerlo bueno porque eres tú el que decide como vas a tenerlo. Pongo en posición de manos, veo los chakras, si están abiertos o cerrados, me viene información y canalizo la energía. Esto no es una caja milagrosa, no viene la energía del universo y te sana, es una cuestión del día a día y la mente es nuestro peor enemigo, nos vuelve loc@s, muchos de nuestros problemas nos vienen de la infancia, yo pienso que las enfermedades siempre van unidas a algo y esa causa hay que buscarla.
Cuanto más ayudo, mejor y más feliz estoy. Ahora me siento muy bien, con mucha energía, antes siempre estaba cansada, pero al canalizar energía, siempre queda algo en mi cuerpo. Con la técnica del reiki se canaliza la energía universal; entra a través de mí y sale por mis manos, como entra a través de mí, queda en mí.
Tengo hipotiroidismo desde hace diez años, con cuatro o cinco nódulos, que desaparecieron no se sabe como, y debería de estar cansada, pero estoy bien. Tengo muchas cosas pero es como si no las tuviera. Con motivo del la covid empecé a hacer senderismo, me apunté a un grupo para salir por los montes de Cartagena y, aunque tengo una rodilla destrozada, sin cartílago, subo al monte como si lo hubiera hecho toda la vida; la gente del grupo se sorprendió en la primera ruta que hicimos. Puedo estar catorce horas por el monte sin ningún problema ni ningún dolor. Antes, le hacía caso a la rodilla y me escuchaba, pero en negativo, no podía andar, me dolía; ahora debería estar peor, no mejor y sin embargo ahora puedo decir que estoy mejor que nunca.
Trabajo en un hospital de la Seguridad Social como auxiliar de enfermería y tengo dos hijas con las que me llevo muy bien. Me levanto a la seis de la mañana, tengo dos gatos a los que quiero con locura y soy un poco maniática, me gustan las cosas limpias y ordenadas. Voy a trabajar durante doce horas y de camino, siempre doy gracias por el turno de trabajo tan estupendo que voy a tener, y así lo hago todos los días; en el trabajo me lo paso genial y mis compañeras me quieren con locura, al final ellas también se están creyendo que el turno de trabajo es estupendo.
Salgo a las ocho de trabajar, me voy a a casa de mi vecina a tomar una infusión, luego llego a mi casa, me ducho, hago algo de cena y a dormir. Cuando tengo turno de noche, me voy por la mañana a la playa para descargarme de todas las energías que no quiero y me paso el día en la playa. Si tengo el día libre, pongo las citas de las terapias de reiki o me voy al centro de la ciudad a tomarme algo con alguna amiga. Ahora mi vida es esa, en mis ratos libres, rutas y playa. Me baño en la playa durante todo el año y llevo una alimentación sana. Cuando cambié mi alimentación, mejoré muchísimo más en la cuestión de la energía. Parto de la base que hay que cuidar mente, cuerpo y alma, las tres cosas, para estar equilibrado. También voy al cine, me gusta mucho. Estoy feliz, no tengo problemas, para mí la palabra problema significa algo muy gordo.
Pensar en positivo, la vida es preciosa y no hay que dejarse vencer por nada, si se tienen ganas de seguir viviendo hay que luchar y ver todas las cosas positivas que nos ofrece la vida y no simplemente centrarlo en lo negativo, hay que quitarle poder a lo negativo.
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