José Javier Conde, Agenesia, Vizcaya, España.

Agenesia

"Casi no hay nada imposible"

José Javier Conde

José Javier Conde

Imagen de perfil de José Javier Conde, Agenesia, Vizcaya, España

Me llamo José Javier Conde Pujana, me gusta que me llamen Javi, tengo 55 años, soy de Basauri y actualmente vivo en Etxebarri.

Agenesia congénita en los dos brazos y anquilosis en los codos.  Me faltan los dedos pulgares de las dos manos.  Ahora a los 55 años me están saliendo artritis en los dedos,, me duelen mucho más los codos . No fui buen estudiante, luego si hice muchas carreras pero en el asfalto. Ahora me arrepiento de no haber estudiado más. Desde muy pequeño me he ganado las habichuelas en la calle.

Hasta la pubertad no consideraba que era diferente a los demás. En el cole si me podían llamar cuatro dedos, pero  lo consideraba como el que era gordo y le llamaban gordo, o tenía gafas y le llamaban gafotas, una parte más de las características que podía tener cada uno.  Era muy extrovertido y siempre estaba con todos, era muy revoltoso y si había que liarla se liaba. Ya en la pubertad, en el momento en que te empieza a gustar una chavala, de manera automática las manos se meten en el bolsillo y durante mucho tiempo lo pasé muy mal. Igual no supe administrar los sentimientos y tuve unos momentos muy grandes de inseguridad. Fueron momentos bastantes complicados, con doce años, me tienen que operar de una mano, estoy un mes en el hospital, me hacen cincuenta mil pruebas porque querían ponerme los dedos gordos de los pies en las manos. En aquella época no había un profesorado de apoyo, en cuanto volví al colegio me pusieron un montón de exámenes con el resultado de siete suspensos y me empecé a torcer.  Se me hizo una bola muy grande, tenía todo el cariño de mis padres que me han apoyado siempre pero no había los medios que hay ahora para apoyar los casos como el mío, cogí muchos miedos, me sentía Calimero, como que el mundo me había tratado muy mal, era muy injusto.

Luego llega un momento en que empiezo a destacar en el atletismo y empiezo a tener mucha más seguridad  en mi mismo. 

Con once años salía mucho a la calle, me gustaba correr, no sabía de aquellas lo que era el atletismo, hacíamos carreras entre los amigos como parte del juego, igual que íbamos a coger ranas. También jugaba al futbol, pero el deporte colectivo no lo llevaba bien. En aquella época los domingos había muchas carreras populares coincidiendo con las fiestas de los pueblos, cogía el periódico, miraba las carreas que había ese día, pedía la paga a mi aita (papá) y me iba a correr.  Así empecé, me lo pasaba genial y empecé a hacer amigos entre los corredores populares, eso me ayudó mucho para conocer otros sitios y otras personas y quitarme muchos miedos.  

Al principio, coincidiendo con mi época rebelde, hacía mis propios entrenamientos y con dieciséis años se me ocurrió una maratón, todavía me duran las agujetas. Luego al año siguiente ya la preparé algo mejor, y me puse en manos de gente que sabía. Empecé a correr desde abajo haciendo pruebas de 400 y 800 m, con entrenamientos dirigidos, todo ello dentro del deporte convencional, no del deporte para discapacitados. En el año 1991, en un pueblo de Burgos, corriendo una carrera popular, me encontré con  el seleccionador nacional para discapacitados y me dijo que con mi discapacidad podía participar en pruebas para deportistas adaptados. De aquellas ya era campeón de Euskadi entre atletas sin discapacidad, así que empecé a competir en deporte adaptado.

"Una sociedad más participativa y más solidaria"

Foto de la historia de salud de José Javier Conde, Agenesia, Vizcaya, España

Mi primera experiencia fue en el Palacio delos Deportes de Oviedo, gané la carrera y batí el record del mundo. A partir de ahí fui alternando la competción del atletismo convencional y el paralímpico y llegué correr cinco juegos paralímpicos, Barcelona, Atlanta, Sidney, Atenas y Pekin, ganando siete medallas de oro y dos de plata. También batí varios records de España, de Europa y del Mundo.

Luego empecé con un proyecto solidario, “Maratones Solidarios Javi Conde”, siempre quise trabajar en algo que me permitiera ayudar a la gente de alguna manera y como la lotería no tocaba, me planteé correr una maratón en todas las ciudades que fueron sede de unos juegos olímpicos y paralímpicos. Al principio me parecía todo muy difícil pero fui  poco a poco y decidí empezar por Barcelona,  piqué en la puerta de un patrocinador que había tenido y les planteé que donasen  mil euros por cada prueba en la que participara. Me apoyaron y me pagaron el viaje. La primera salió bien y la siguiente fue Paris, busqué otro patrocinador, y como resultado obtuvimos dos mil euros para donaciones. La bola se fue haciendo cada vez más grande y hemos llegado a conseguir donaciones de quince mil euros en una sola prueba. En total han sido 29 maratones, se han donado 217.000 euros  a más de 120 Ong’s y me he sentido muy realizado.

Me he dado cuenta que corriendo se pueden generar recursos y seguimos haciendo cosas. La última ha sido correr en el árbol de Guernika, incluimos una chica en el proyecto y corrimos tres personas, recaudando más de 8.000 euros. Seguimos haciendo cosas, tenemos en mente hacer una maratón en el bosque de Oma  donde está  una obra creada por el escultor y pintor Agustín Ibarrola. Nos gusta que estos eventos también sirvan para sensibilizar a otra gente en el sentido de poder realizar actividades que puedan ayudar a otras personas.

Espero que en todo esto que estamos viendo con el coronavirus, saquemos  una fortaleza mayor de la que tenemos en general, aunque hay personas que son muy fuertes y que son nuestros espejos,   y que entre todos hagamos una sociedad más participativa y más solidaria, no solamente en Navidad. A partir de ahora creo que va a ver una antes y un después y ojalá que sea en el aspecto de ser todos más buenos y más solidarios con el prójimo.  

Desde hace 24 años tenemos un club para personas con discapacidad, “Club de Atletismo Adaptado Javi Conde”, lo cree por propia necesidad, no tenía un club para poder tener una licencia federativa y participar en los juegos de Atlanta. A día de hoy tenemos más de 60 licencias donde la mayoría son personas con discapacidad, somos un club competitivo donde cada persona viene a dar todo lo que tiene, para buscar ser el mejor o estar mejor físicamente,  pero a todos les exigimos que lo den todo como en cualquier otro club. Este año hemos quedado campeones de España de cross y somos un referente, con atletas de todas partes de España, compitiendo al más alto nivel y relacionándose con otras personas y consiguiendo sus metas.  

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