Paula Powell-ryan
Paula Powell-ryan
– Hola… ¿cómo están? mi nombre es Milagros; soy la sobrina de Pau y hoy vamos a estar hablando un poco sobre su vida, sobre lo que le pasó. Pau tiene afasia y queremos cortar un poco su historia, cómo pasó todo. ¿Quieres explicar un poco lo que es la afasia?.
– Okey, la afasia es que tienes un problema para hablar. Hay muchos tipos pero yo voy a hablar de mí y es que las palabras a veces no salen… tienes todo en el cerebro pero no puede salir; por ejemplo yo hablaba dos idiomas pero ahora tengo nada más el español; el inglés no lo puedo hablar pero lo entiendo todo; lo tengo en el cerebro, lo entiendo como antes. De los dos idiomas no puedo ni escribir ni leer.
– Es como tener la sensación de la palabra en la lengua… es como esa sensación como que no te sale. A Pau esta afasia se les género porque en 2012 tuvo un ACV (accidente cerebrovascular). Vamos a hablar de todo el proceso físico y mental, así que Pau si quieres presentarte y hablar un poco sobre vos...
– Soy Paula, soy de Argentina de Buenos Aires, bueno de Tucumán, pero estuve siempre en Buenos Aires.
Desde hace 21 años que estoy viviendo en EEUU, tengo 3 hijos, en realidad cuatro, porque bueno mi marido estaba separado y yo también... entonces, en total, tenemos 4 chicos. Mi marido habla inglés nada más y hace un año que estamos viviendo en Miami.
– Cuenta un poco qué fue lo que te pasó.
– Como estaba diciendo tengo cuatro hijos; la más chiquita tenía dos años y medio y un día fuimos de viaje y me empieza a doler mucho la cabeza; pasó, estuvimos en un hotel ese día pero cuando me desperté estaba bien y después bueno otra vez, en una semana, me pasa lo mismo, empieza a dolerme la cabeza y tuvo que venir una ambulancia. Los médicos me dieron una pastillita y me pasaba y después un día, estaba en mi casa, y otra vez me duele mucho la cabeza. Viene la ambulancia y cuando vamos al hospital el médico dice que urgente que tenemos que operar. Lo que pasó fue que tenía un ACV.
Cuando me despierto, me doy cuenta que no puedo hablar y no puedo mover mi cuerpo; la parte derecha no la podía mover.
– Cómo fueron tus días en el hospital, cuánto tiempo estuviste, si te iban a visitar, como fue...
– Si bueno, estuve e un mes en el hospital y después tres meses en una casita que había seis personas y que les había pasado algo en la cabeza; eran parecidos todos tenían un stroke o un tumor.
Ahí, las enfermeras me ayudaban a bañarme, aprendí otra vez a cocinar y en el fin de semana iba a mi casa para ver a los chicos y las chicas también iban a verme una vez por semana.
– En la época que estuviste en el hospital mucha gente también ayudaba en tu casa y también en la rehabilitación, la familia…
– Tuve mucha ayuda. La gente sabía lo que había pasado, hicieron como un grupo y siempre había comida en mi casa, durante cuatro meses con la comida y la verdad que nos ayudó muchísimo.
– ¿Como fue cuando volviste a tu casa?
– Al volver, la verdad que fue muy duro; yo pensaba que estaba muy bien pero me di cuenta que no porque no podía caminar, estaba siempre cansada, tenía que dormir mucho la siesta. Tenía que hacer muchas cosas y me daba cuenta que no podía y fue muy difícil.
Estaba muy deprimida y cada vez peor, tanto que tuve que ir otra vez a un hospital, pero esta vez para gente que estaba muy deprimida, esta vez casi me muero.
Me acuerdo que estaba en el hospital y abro los ojos y digo ¿porqué estoy acá? ¿porqué no me morí? ¿porqué?... y después otra pregunta vino a mi cabeza, era Dios que me decía estás bien, te voy a ayudar, estoy acá, vas a estar bien. Fue para mí lo que me ayudó a decir bueno no estás sola ,voy a poder. Me dio el impulso y así poder salir de nuevo y resurgir y había aceptado como la nueva realidad gracias a Dios.
– A partir de ese pensamiento ¿Cómo fue lo de irte acercando más a Dios?
– Un grupo de amigas me comentaron de ir a una clase. Era una clase de biblia todas las semanas y con un libro y con preguntas que uno estudiaba y después nos veíamos una vez por semana para hablar de las preguntas que cada una había puesto. Empecé porque era una forma de estar con gente en mi idioma y aparte para mi mamá también era importante. Empecé a ir y además podía hablar un poco de español.
Cuando mi mamá se tuvo que ir tenía que buscar algo para seguir con esa actividad y busqué y encontré un app de Google que saca una foto de lo que querés leer y después otro que lo dice; entonces era perfecto para mí y fue como un milagro.
Yo digo es un milagro porque la verdad es que no sé cómo apareció; en un minuto lo probé y empecé a ir, podía ir sola y preguntar las preguntas porque yo lo que puedo hacer es copiar. Entonces lo que yo hacía era una pregunta, decía la respuesta que me parecía y la app escribía en el dispositivo. Después yo lo copiaba.
– En todo este proceso ¿qué fue lo que aprendiste?
– Primero que Dios siempre está desde el primer día, lo que pasa es que a veces no lo vemos.
Antes todas mis amigas hablaban inglés; mi marido habla inglés y hablábamos inglés en la casa en todos lados y aparte había una amiga que hablaba español nada más. Entonces con esta amiga que yo tenía empezamos a salir y empezó a aparecer otra gente que hablaba español que venían de otros países, y ahora todas mis amigas que tengo están en ese grupo que las conocí después del stroke.
La gente nos ayudó muchísimo; mucha gente que no la conozco, entonces me doy de cuenta que Dios siempre está, lo que pasa es que a veces nosotros no lo vemos pero él siempre está.
– Que le dirías a alguien que está pasando por esto hoy, por un momento difícil.
– Yo sé que es muy duro, lo sé porque lo viví, pero hay que tener esperanza y que siempre Dios está con nosotros y que hay que tener paciencia nada más y todo pasa porque para estar mejor.
Es difícil a veces entender, pero yo ahora me doy cuenta que fue un aprendizaje tan intenso que no lo cambio por nada.
Cualquier cosa me pueden hablar; estoy para ayudar, todos podemos salir.
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