Laura Del Pino, Adicción y toxicomanía, Madrid, España.

Toda mi vida ha sido al lado de un padre alcohólico, tengo miles de recuerdos sufridos , de sentimientos de pena , de impotencia ,de lagrimas derramadas .Yo me preguntaba ¿ Pórque a mi madre y a mí nos hace esto? ¿Porque nos ha tocado vivir esta vida ? Siempre hemos estado juntas , siempre apoyándonos con lo que teníamos que vivir. La admiro con todo mi corazón y no puedo comprender de donde ha sacado la fuerza para seguir siempre adelante, siempre encontrando soluciones a lo imposible. Ha trabajado sin descanso y ha hecho de mí la persona que soy hoy. A pesar de todo lo que han trabajado mis padres, en mi casa siempre ha habido problemas de dinero, he crecido con esa preocupación. No llegamos, no  podíamos pagar, nos quitaban la casa .Cuando era muy pequeña, llegue a casa del colegio y mi  madre estaba llorando y había mucha gente llevándose todos los muebles, mis juguetes ,...habíamos perdido la casa y nos quedábamos en la calle, creo que ese día perdí la feliz inocencia de la infancia y empecé a sufrir la realidad que nos esperaba. Hemos vivido en casa de familiares, amigos ... anhelaba poder tener una vida tranquila y feliz . Todos estos problemas se agrandaban cuando veía a mi padre borracho y violento .Era horrible verle así,con el paso del tiempo yo veía  que esta situación era habitual, pero el cuerpo nunca se me acostumbró al miedo .

Recuerdo con tristeza todos los cumpleaños que mi padre no celebraba a mi lado .

Podéis imaginar todo lo que mis ojos han tenido que ver y lo que mi corazón ha sufrido.

Tenía miedo que pegase a mi madre o que ella perdiese los nervios y le hiciese algo a él, se portaba con un monstruo y nos hacía daño, pero debajo de esa piel envenenada estaba mi padre .

Pero un día  gracias a mi madre empezó asistir a terapias en A.R.I., fue cuando empecé a ver la luz en todo esto enfrente la situación se lo conté a José mi novio pues siempre lo tenía en secreto y lo vivía en silencio .

Han sido más de 26 años de mi vida los que he sufrido todo lo que os he contado, pero puedo terminar esta historia con esperanza, pensando que tenemos que seguir cada día luchando por conservar lo que hace 3 años 5 meses y 10 días  conocimos.