Desde ese día estuvo junto a mí, me ayudó a no hundirme más.

Tenía 38 años y un hijo de 13 años. Ha soportado mi mal genio, mis frustraciones, ha sido mi amigo, terapeuta, masajista, consejero...

Me ha ayudado a creer en mí.

Cuando mi mundo laboral se vino abajo.

El consiguió que me contrataran en la empresa donde él trabaja; para mí es necesario trabajar... soy demasiado activa;  sin él no sé cómo sería hoy mi vida , pero gracias a él trabajo, hago manualidades, etc.

Además, siempre me compra muchas cositas entre otras ropa para que me vea bonita, nos fuimos de crucero;  yo llevaba años deseando hacer uno, pero mi miedo me lo impedía. Él no se rindió nunca.

Para mí es mi SUPERCUIDADOR.

Juan Carlos, gracias por estar conmigo, no desfallecer al ver que me quería rendir, sobre todo al principio.

Lo veía todo tan negro que no deseaba vivir.

Gracias por obligarme a seguir, lo más difícil del mundo es ver a la persona que amas llorar por no vivir.

Hoy tomo medicación y voy progresando. Él siempre está pendiente y me ayuda a continuar.

Muchas gracias amor mío por ser mi gran SUPERCUIDADOR.

Carolina.

Premios Relatos Supercuidadores 2017.

Este testimonio ha sido cedido por http://cuidadores.unir.net, con autorización del autor.

http://cuidadores.unir.net/informacion/premios/relatos-iii-edicion-2017/1293-a-juan-carlos