Xavi Porras
Xavi Porras
Soy Xavi Porras, nací en Olot (Girona)y tengo retinosis pigmentaria. Me salen unas manchas en la retina y han ido progresando, es una enfermedad degenerativa, a los dieciséis años, coincidiendo con el desarrollo del cuerpo, es cuando sufrí la pérdida de visión más importante. Antes leía y escribía como una persona sin discapacidad.
Tuve que aprender braille, el uso del bastón para poder tener movilidad, y muchas más cosas.
El diagnóstico ya lo tuve desde pequeño, pero el resto visual era lo suficientemente bueno como para pasar desapercibido, si es verdad que tu entorno más cercano, familia y amigos si notaban algo. He tenido siempre mucha suerte con las amistades, con los amigos, creo que los tengo muy buenos, eso junto con la familia y también uno mismo, intentando no quedarse en el pesimismo y en la queja constante, han hecho que se llegue a normalizar mi proceso, en el cual el deporte ha tenido una importancia muy grande.
El deporte ha supuesto una vía para aceptar la discapacidad y luego para superarla, a parte de los valores que aporta a todo el mundo. Siempre me ha gustado mucho, siempre practiqué deporte y actividad física, jugué al futbol en el club del barrio y también practiqué bici y skate. Me encantaba y y me encanta el fútbol, lo que pasa es que cuando me vino la gran bajada de visión, aunque hay fútbol para ciegos, me dejó de interesar su práctica. Lo sigo, pero la práctica, para mí, perdió atractivo.
A los dieciséis años me vine a Barcelona a prender braille, a aprender los soportes informáticos y técnicas diplotécnicas en el Centro de Recursos Educativos de la Once y se me planteó la posibilidad de hacer deporte dentro de las variedades disponibles: natación, ciclismo, a-ball y futbol, pero tenía muy presente en la retina a Carl Lewis corriendo y saltando en Barcelona 92 y no me lo pensé dos veces, me decanté por el atletismo y empecé como empieza todo el mundo, como hobby, para pasarlo bien, para hacer algo de deporte, ya que soy una persona inquieta y al que le gusta la actividad física.
A partir de ahí me ven cualidades y se te abre todo un mundo de posibilidades. En mi pueblo no podía realizarlo porque había una confluencia de no saber hacer y miedos por nuestra parte que se solucionó en Barcelona, con los técnicos y con las ayudas que aquí hay. A partir de ahí mi vida giró alrededor del atletismo. Me quedé en Barcelona a hacer un curso de marketing y telefonía, llegué a vender cupones y encontré trabajo en una empresa.
En atletismo fui consiguiendo buenas marcas y acudiendo a campeonatos, primero en España y luego en Europa, esto hizo hace que me fuera motivando cada vez más. He conseguido una medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos de Pekin, ser campeón del mundo en triple salto en Assen en 2006, campeón de Europa en salto de longitud 2016 en Grosseto (Italia) , en cien metros también he conseguido alguna medalla en competiciones europeas y también estoy muy orgulloso de las semifinales de 4x100m en los mundiales de Londres con récord de España.
Con el paso de los años, el crecer es inevitable, pero está en nosotros el evolucionar, puedes evolucionar, estancarte o incluso involucionar.
Encuentra, aunque sea un momento al día, para vivir y ser feliz, al menos una reflexión diaria que nos permita ver que por muy duro que haya sido el día, esto vale la pena. Sería ridículo decir que todo ha sido de color de rosa, independientemente de que tengas una discapacidad o no, porque al final a cualquier persona le pica lo suyo, uno tendrá discapacidad, otro será un problema que haya tenido en el trabajo, mil cosas, pero el caer en la negatividad, en el no se puede, se tiene que transformar en el vamos a intentarlo, que por nosotros no sea y adelante. Todo lo que sea perder el tiempo no me gusta, odio perder el tiempo, todo lo que no dependa de mí, no hace falta dedicarle tiempo, al final el tiempo lo tenemos muy poco valorado y tiene muchísimo valor.
Para tener una motivación tienes que tener retos, los retos suponen disfrutar, intentar pasarlo bien, como deportista pasas por todo tipo de etapas, hay que buscar patrocinadores y a veces te das cuenta que te estás creando y haciendo sangre de algo que no tiene mucho sentido. Al final hay que buscar la sencillez en todo, muchas veces las cosas son más fáciles de lo que nos podemos llegar a pensar, en los pequeños detalles es donde reside la diferencia y las cosas grandes.
En ello estoy, disfrutando de cada instante, eso sí, me encantaría llegar a mis quintos y últimos Juegos Paralímpicos en Tokyo. Lo tengo ahí, pero no es algo en lo que piense todos los días. Pienso más bien en levantarme, hacer la rutina que tengo que hacer todos los días, disfrutar y a ver que me deparará el día, con quién me voy a cruzar en el metro, con quién voy a hablar en la cafetería del trabajo y ya está, porque nunca sabes cuándo y de donde te va venir la oportunidad de tu vida, no sé, al menos así es como quiero pensar.
Todo lo que hago y aparte del apoyo de familia y demás, es gracias a dos figuras superimportantes e imprescindibles en mi vida, sin mi entrenador y mi guía no podría hacer lo que hago. He tenido cuatro guías, es complicado el tema de compaginar la labor de guía porque ellos tienen su trabajo y sus cosas y también es complicado encontrar a alguien con el que congeniar y Enric es el que ahora está conmigo. Empiezan como guías y acaban siendo amigos, verdaderos amigos. Mi entrenador Miguel Ángel Torralba e es el que he tenido toda la vida y es amigo, padre y entrenador.