En mi vida profesional era informática por lo que enseguida me puse a buscar información de que podía hacer para ralentizar el proceso de la enfermedad y llegué a una conclusión: hay que moverse (en el sentido más literal).

Estuve al principio en la Asociación de Parkinson de Gran Canaria, pero se cambiaron de ubicación y decidí contratar a un entrenador personal. Fue todo un acierto. Me animó a aprender a montar en bici y desde entonces no paro de montar, aprender y estar cada vez mejor.

Mi consejo y mi recomendación es que si tienen una enfermedad neurológica no paren de moverse. A mi me ha ido mucho mejor de lo que esperaba y en mi cuenta de instagram que mis hijas me animaron a hacer, publico los vídeos de mis torpezas y mis logros para animar a todos los que estén en mi caso y que necesiten un empujoncito moral para ponerse en movimiento.

Yo solo puedo decir que soy feliz. Tengo una familia maravillosa y una hija con diabetes tipo I que es un ejemplo de resiliencia, actitud y valentía. En instagram hace una gran labor de apoyo sobre todo a niños con diabetes y sus padres. Ella me ha animado a publicar en las redes mi experiencia y ayudar a los que conozcan mi historia.