Maria Pubillones
Maria Pubillones
Me llamo María y tengo endometriosis severa. La endometriosis es una enfermedad ginecológica la cual se define como la implantación y crecimiento benigno de tejido endometrial fuera del útero. Esta ha provocado que perdiera un riñón, fibromialgia, colon irritable, neuralgias pélvicas y muchas mas patologías, que condicionan mi día a día, debido a las secuelas de las cirugías y la tardanza de de un diagnostico. Mis limitaciones son varias, no puedo subir o bajar escaleras, caminar o estar de pie más de 30 minutos, estar sentada mas de 1:30, orinar o defecar sin dolor e incluso a veces necesito ayuda para vestirme o desvestirme.
Fui diagnosticada con 34 años, después de haber visitado mil especialistas, para saber de dónde venían mis problemas de salud, como faringitis, colitis, cistitis, dos abortos, dolores musculares, vómitos, migrañas, desmayos, etc., que se repetían cada poco tiempo.
Un lunes por la mañana me desperté con fiebre, me levanté para tomar un paracetamol y me desmayé, cuando recobré la consciencia avisé a mi marido, ya que estaba sola en casa, me llevaron a urgencias y aquí empezó todo.
Veían una pseudo piedra obstruyendo el uréter, así que me dejaron ingresada y me realizaron varias pruebas pero la pseudo piedra, a veces se veía y otras no. Después de pasar casi un mes en el hospital, con una sepsis y un cólico biliar, deciden ponerme un catéter para proteger mi maltrecho riñón y no seguir dando palos de ciego. Una vez en quirófano para colocar el catéter, los urólogos ven unos quistes que son la razón de la obstrucción y que en el resultado de anatomía patológica, resultan ser tejido endometrial. Al menos ya tenía nombre a lo que me estaba pasando, Endometriosis, pero nadie me explico nada de la enfermedad ni tampoco me derivaron al ginecólogo. Los urólogos hicieron su trabajo, me reimplantaron el uréter y adiós muy buenas.
Durante una temporada me encontré mejor, pero de nuevo, aparecieron otra vez síntomas inespecíficos y la frase más repetida era “No tienes nada”.
En busca de información relacionada con la enfermedad, me encontré con Mª Angeles Poveda de la agrupación Esendo y gracias a ella recurrí a un ginecólogo especialista en Endometriosis. Me sometí a una cirugía más para quitar el riñón izquierdo, ya que había perdido toda la función renal del mismo y a la liberación de intestino delgado, el cual estaba completamente cubierto por adherencias. En este punto empezaría un tratamiento trimestral, para más tarde someterme a fecundación in vitro, con el objetivo de conseguir el deseado embarazo. Para mi desgracia ya era demasiado tarde….. No solo no tolere la medicación, sino que también terminó por destrozarme el ovario que tenia sano, así que otro quirófano. Esta vez me enfrentaba a una histerctomía y apendectomía, convencida de que mis problemas se acabarían.
A pesar de haber sido extirpado útero y ovarios, ahora mismo convivo con dolor pélvico crónico, neuralgias, migrañas, fibromialgia, fatiga crónica, colon irritable, depresión, ansiedad…. lo que hace que este en tratamiento psiquiátrico y psicológico desde que fui diagnosticada. Realmente llegué a creer a que no tenía “nada”. Cada vez que me despertaba de una anestesia, le preguntaba a mi marido, ¿Han encontrado algo?, por miedo haber somatizado la enfermedad.
También recibo tratamiento en la unidad del dolor y rehabilitación de suelo pélvico.
Enfrento cada día como un reto de superación, rodeada de mi familia, amigos y de mi familia de Esendo, donde todas nos apoyamos !como endoguerreras que somos!.
Cuando la enfermedad me da una tregua, me como la vida, he aprendido a convivir con ella y se como se comporta, la prefiero como amiga, no como enemiga y así todo es mas fácil, al menos para mi.
Mi consejo es que no tengas miedo, cuenta lo que te pasa a otras personas para ayudarte a ti misma y para ayudar a dar visibilidad esta enfermedad que afecta a una de cada diez mujeres y consigamos que se destinen más medios para la investigación y haya una detección precoz.
En mi caso ayudar a conocer la enfermedad es primoldial, ya que mi camino antes y después del diagnostico, como el de muchas otras, ha sido muy duro y me he sentido perdida en muchas ocasiones, solo con poder ayudar a una persona a no sentirse perdida en este difícil camino que nos ha tocado recorrer, para mi ya es una satisfacción enorme.