Alicia Martínez
Alicia Martínez
Sufro endometriosis desde los 11 años, ahora tengo 36. He sufrido 9 operaciones y aunque la enfermedad está controlada (es incurable) sufro de otras patologías derivadas de las operaciones y de la propia enfermedad. Dolor pélvico crónico. Alergias. Fibromialgia. Neuropatias. Colostomia. Vejiga Neurogena con infecciones renales de repetición y autosondajes diarios. Migrañas. Ataques de ansiedad y pánico. Depresión. Mis limitaciones se basan prácticamente en el dolor diario que sufro, totalmente incapacitante hasta llegar en algunos momentos no poder andar o que tengan que vestirme.
Antes de ser diagnosticada formalmente ya sabía que me ocurría, pasaba unos dolores horribles cada vez que tenía la regla, y las hemorragias eran tremendas, me mareaba y perdía el conocimiento bien por el dolor o por la pérdida de sangre.
El diagnóstico firme me supuso una liberación, por fin los médicos no me tomaban como “quejica", paranoica, mimada...)
Siempre he luchado por una atención médica adecuada, y aún después de años sigo haciéndolo, nunca necesité ayuda psicológica hasta hace un año que la enfermedad me atacó de tal manera en mi día a día que me veía inútil, no poder ni limpiar mi casa, tener miedo a salir a la calle porque no aguanto más de 30min andando...al final he necesitado ayuda psiquiátrica y lo recomiendo, no hay que dejar que toques fondo para pedir ayuda.
Mi familia y amigos son un gran apoyo, muchos en los malos momentos desparecieron pero se quedaron los reales, y a raíz de EsEndo encontré a chicas que pasan lo mismo que yo y se han convertido en mi familia guerrera, nos entendemos, apoyamos, lloramos y reímos juntas, siempre estamos para lo bueno y lo malo, son mi motor, todos ellos de fuerza y lucha diaria, sin ellos yo no podría vivir.
Cuando estas a punto de perder la vida en dos ocasiones por esta enfermedad valoras el día a día mucho más, un abrazo, un te quiero...es lo más importante en mi vida, no las cosas materiales. Disfruto cuando mi cuerpo lo permite y cuando no pues dejo que pase la tormenta y espero a que salga el sol, porque siempre aunq sea por poco tiempo siempre sale.
Ahora sigo con mis dolores crónicos, y la enfermedad aunque controlada sigue activa.
Tomando mucha medicación y con ayuda psiquiátrica y sobre todo ayuda familiar y de amigos.
Mi día a día más que afrontarlo lo agradezco, sigo viva y puedo ver crecer a mi sobrino, disfrutar de tiempo con mi familia y amigos, compartir momentos con mi pareja, si es verdad que no soy una chica normal sana, no tengo esa energía pero si tengo fuerza interna y ganas de luchar por mi y por todas las chicas que sufren lo mismo y si mi experiencia sirve para ayudar a solo una de ellas sería feliz, sería una misión cumplida, un sueño hecho realidad.
Mi consejo: se perseverante, busca ayuda aunque creas que no la necesitas, no te quedes en casa lamentándote, saca la guerrera que llevas dentro, porque la tienes, apóyate en la gente que te quiere, vive los buenos días, los malos...hechate una buena siesta, pero sobre todo no dejes de vivir y de recordar que no estás sola!!.