Hace aproximadamente dos meses me operaron de vesícula, lo llaman colecistectomía, es el nombre técnico que se da a la extirpación de la vesícula.

Estuve muchísimo tiempo, como unos dos años, con un dolor bastante intenso en el abdomen, en la parte derecha. Fueron dos años complicados, tengo que reconocer que es algo que, anímicamente, afecta muchísimo y que no te permite hacer tu vida como tú quisieras. Estas todo el tiempo pensando si tendrás algún tipo de problema mayor, una colecistitis o un cólico biliar, que efectivamente fue lo que me pasó a mí. Me operaron de urgencia justamente por eso, tuve una colecistitis y ya no había más remedio que pasar por el quirófano. 

No es fácil todo el tiempo que pasé de cronicidad, sintiendo la espada de Damocles encima de tu cabeza y esperando, o bien que te llaman de cirugía para practicarte la intervención, o bien que tu vesícula decida por voluntad propia irse de tu cuerpo. 

Pero os quiero trasmitir positividad y optimismo, porque aquí estoy, estoy muy contento y muy feliz de haber pasado por todo ese proceso que ya, por fin, he podido superar y quiero destacar que en ese proceso es importante el entorno, la gente que tienes alrededor, tu familia, tus amigos, que siempre están ahí para apoyarte, desde lo verbal e incluso a veces desde lo físico, porque una mano, simplemente cogerte una mano, da mucha calidad, mucha calidez, te da mucha calma y quieras o no implica el saber que tienes gente a tu lado.

Mi testimonio de hoy va desde el punto de vista del paciente, y la parte del psicólogo, la dejaremos para otra ocasión que, seguro, será pronto porque la relación que tenemos entre Cairys Psicología y Bienestar y la Asociación Kurere, cada día es más estrecha y eso se irá plasmando en otros vídeos que podréis ir viendo en la página de www.kurere.org.