Diciembre de 2014. Pasar de una Nochebuena feliz a una Nochevieja triste. En el medio se detecta un cáncer de recto. Puf... no sabía ni dónde estaba. Nervios, muchos nervios. Hay que operar, no me entero de la mitad de las cosas que me cuentan, pero sé que acabará en una bolsa pegada a mi cuerpo. Lo peor, la espera hasta la operación. Tengo la suerte de contar con el apoyo de mi familia, sobre todo de mi esposa, mi hijo y su esposa.

Operación en marzo de 2015. Quiero que pase rápido. Mi obsesión, de verdad, no estropear la boda de mi hijo que se casa en julio. Hoy que adaptarse a la bolsa.

En abril, coincidiendo con mis 63 años, nuevo pase por quirófano por una infección en el estoma. Quimioterapia, radioterapia... ufff, consigo un descanso para la boda. La disfruté a tope.

Revisiones cada seis meses. Tengo suerte, todo va bien.

Viajes, comidas, con un poco de cuidado, pero disfrutando. Y... para colmo de alegrias... un NIETO!

Han pasado seis años. Ha habido momentos muy duros, pero, con el gran apoyo de mi esposa, familia y amigos, DISTRUTO LA VIDA.