Gabriela Calafatich
Gabriela Calafatich
Soy Gabriela, mamá, esposa, veterinaria, payamédica, estudio lengua de señas y estoy en un proyecto de Cascos Fríos para evitar la caída del pelo durante la quimioterapia, herramienta que por el año 2016 cuando llegó mi diagnóstico de cáncer de mama no tuve la oportunidad de usar por no saber de su existencia.
Año 2016, faltaban poquitos días para mi cumpleaños número 42, un test de embarazo confirmaba la llegada de mi tercer hijo, la noche anterior a mi cita con el ginecólogo para la primer ecografía, palpé un bulto en mi mama derecha. Ya en la consulta y después de ver a mi hijo por la ecografía, le comento al doctor de este bulto. Inmediatamente me manda hacer una mamografía la cual arroja de diagnóstico cáncer de mama, luego a traves de diferentes estudios teníamos un nombre para mi cáncer: carcinoma ductal invasivo tipo 3 Her 2 positivo. Embarazada de dos meses y considerando el tipo de cáncer, los doctores creyeron conveniente primero operarme sacando un cuadrante de mi mama y prácticamente todos los ganglios axilares y comenzar la quimioterapia.
Uno piensa que es un caso único pero cuando llegas a lugares especializados te das cuenta que hay muchas mujeres en tu misma situación. Aunque nunca dudé que mi hijo iba a nacer sano, llegar al centro oncológico y ver las fotos de los bebés nacidos de sus madres con tratamiento oncológico fue aún más esperanzador.
La contención y ayuda de familia y amigos fue indispensable y hablar con la verdad a mis hijos fue sumamente sano, ellos estaban al tanto de todo lo que sucedía, explicándoles de forma que ellos entiendan y respondiendo a medida que preguntaban.
En la tercera sesión de quimio decidí pelarme, pero desdramatizamos ese momento ya que ellos me raparon... entre cortes locos, modernos según el futbolista de moda, quedé pelada y papá se rapó para acompañarme. Momento duro igualmente.
Mes 8 de embarazo, me hacen una cesárea para que no pierda más tiempo y poder seguir con la segunda etapa de la quimio... Nace Ceferino un bebé sano sin ninguna patología de las tantas que pudiera haber tenido producto de la quimioterapia. Sigo con más quimios, rayos y hoy estoy con medicación oral.
Uno se pregunta ¿por qué a mí? y está bien preguntárselo, porque uno debe enojarse, hacer un duelo, luego aceptarlo y levantarse para continuar.
No hay nada más lindo que la vida misma, y transitar este cáncer me dejó muchas enseñanzas... La primera es que cáncer no es sinónimo de Muerte y en mi caso es sinónimo de Vida... vida que nació, vida para disfrutar, vida para vivirla con lo bueno y con lo malo... pero viviendo... con Fe, con esperanza y siempre Mirando al futuro.
Pasaron 4 años, sigo con medicación oral, llevo una vida plena de trabajo y deportes, ayudar a las personas sacaádoles una sonrisa a través de Payamédico, involucrándome en el lenguaje de señas para hacer inclusión y formar parte de los Cascos Fríos que más allá del casco en si, abre una gran puerta para poder escuchar al otro, poder transmitir tu experiencia, dar contención y hacerles llegar el mensaje que hay que transitar el camino y que uno puede elegir como transitarlo, porque seguimos siendo dueñas de nuestras vidas.
Algunas veces vuelven los temores, o van apareciendo preguntas internas que trato de contestármelas y buscar el sentido. Lo más importante es actuar, ocuparse, no estás muerta por tener cáncer, al contrario, hay muchos caminos para recorrer pero ¡que siempre te lleven hacia adelante¡