Mar Fernández
Mar Fernández
Soy una persona fuerte que no permite que nada ni nadie la amedrente. Me crezco ante las adversidades. Psicológicamente fuerte pero a la par soy sentimental. Mi enfermedad empezó cuando mi hijo tenía 5 meses. Observé que mi tripita no era normal y fui al médico. Me mandaron a gastro y gine. La doctora de gastro me pidió unas pruebas entre las que estaba la colonoscopia. Cuando la estaban realizando me hacían preguntas sobre cáncer familiar, etc. Estaban muy nerviosos. La prueba la grabaron para estudio de los estudiantes pues comentaron que era un caso muy extraño. Me dieron una carta para los cirujanos. Estos me operaron en una semana.
Mi enfermedad supuso extirpación completa del colon excepto 5 cm de recto para poder quitarme con el tiempo la ileostomía, RT y Qt, estar ingresada dos meses sin poder ver a mi hijo que era un bebé, perder 20 kg, estar durante una año entrado y saliendo del hospital por complicaciones. Lo mejor estaba por llegar, me hicieron un estudio genético y me informaron que tenía una mutación genética y que era hereditaria. Afecta al intestino delgado, grueso, tiroides, estómago y duodeno.
Mi cabeza decidió no darle importancia hasta que llegase el momento. Y ese momento llegó en marzo de 2017, después de 16 años, donde al hacerme la revisión anual detectaron que había masas extrañas en recto, yeyuno, duodeno y estómago. Solución..., operación y extirpación de todas esas masas e ileostomía permanente. Fue duro asumir que de por vida tendría que llevar una bolsa. Soy joven y presumida y pensar lo que me iba a ocurrir..., he tenido tiempo de hacer una interiorización y pensé, si no me la pongo me voy al otro barrio!!! Así que puse una bolsa en mi vida que por segunda vez, me ha salvado la vida.
Una vida que sigue y es preciosa, que tenemos que valorar, no las cosas materiales sino los momentos, los viajes, las aventuras, los abrazos...eso es lo verdaderamente especial e importante.
Mi día a día ha cambiado mucho. La ileostomía me ha hecho recapacitar, valorar y tomarme la vida con tranquilidad, sin agobios ni estrés.
Hay que buscar las fiestas porque los problemas vienen solos. Rodearse de gente que de verdad te quiere, dejar a un lado las personas tóxicas, pues no aportan nada solo negatividad.
Dar gracias cada vez que te despiertes por la mañana, sonreír, disfrutar de las cosas sencillas. Viajar, disfrutar de los bellos paisajes. En definitiva, disfrutar de las pequeñas cosas que siempre se nos pasan por alto y son las más importantes. Y decir a tu familia y amigos que los quieres, porque lo damos por hecho pero hay que decirlo, se nos olvida.