Anónimo
Anónimo
Soy una mujer que ha sufrido malos tratos psicológicos desde una edad muy temprana. No me di cuenta, y cuando de verdad abrí los ojos, estaba inmersa en una red de la que me era muy complicado salir.
Lo conocí, como se suele conocer a día de hoy a las personas, online.No supe ver más allá de lo que él decía de él mismo.
No era crítica.
Tampoco veía el porqué serlo.
Tenía 15 años y ganas de vivir ese momento de “relación ideal” y con él, parecía fácil.
Pero 5 años de diferencia y a esa edad, existen muchas diferencias.
Yo quería convencerle al mundo que daba igual la edad, que él y yo estábamos destinados a estar juntos.
Hasta que llegó el primer insulto “eres una niñata consentida”, y sí, eso fue un jarro de agua fría.
¿Por qué niñata consentida? ¿Por qué con esa vehemencia y ese odio?
Sólo llevábamos 3 meses saliendo y estaba volcada a mi cien por cien, en él.
Obviaba al mundo, incluso me olvidaba de mí.
Consiguió que mi atención se centrara en él, las 24 horas del día.
Pero los malos tratos eran continuos; me insultaba, me chillaba, me chantajeaba, me manipulaba…
Todo el maltrato que ejerció sobre mí, en su mayor parte era verbal.
Se me fueron las ganas de ser una adolescente, porque debía ser una mujer para él, debía ser la chica perfecta que él deseaba, si no, me convertía en:
“eres un parásito”
“no vales para nada”
“en vez de estudiar, haz otra cosa, que no vales para nada”
“eres una guarra, como todas las tías de tu edad”
“solo quiero gustar a los demás y a quien debes gustarle es a mí”
“a mí los demás me la sudan, no me llegan ni a la suela del zapato, en cambio ¿a tí? todas te dan mil vueltas, ¿no te ves?”
...
No era fácil soportar día tras día ese tipo de descalificativos, al final te los crees y entras en una espiral negativa de la que es muy complicado salir.
A día de hoy soy una mujer libre, salí airosa de una relación que me atormentó durante mucho tiempo.
Necesite ayuda profesional, y la verdad que es la mejor decisión que tomé durante ese proceso.
Sí que es cierto, que una relación de malos tratos deja secuelas que son dolorosas, pero con mucho mimo y cariño, se puede conseguir dar muchos pasos y convertirnos en personas recuperadas y con las ideas claras, y sobre todo, seguras de sí mismas.