Javier, Leucemia Mieloide Aguda, Asturias, España.

Javier siempre ha sido un hombre de principios y valores, muchas veces me cuenta como ha sido su infancia, jugando con sus amigos al fútbol como cualquier otro niño.

Fue criado con mucho amor y cariño por sus abuelos, no tenían ni mucho menos grandes lujos, pero lo importante es el cariño con el que le han hecho crecer.
A sus 16 años comenzó a trabajar en un negocio familiar, después ejerció varias profesiones en las que cabe destacar la mineria, en la cual nada mas acabar su jornada laboral, llegaba a casa y con fuerza y constancia se ponía a estudiar para opositar a Bombero , su gran ilusión. Con 28 años se cumple gracias a su esfuerzo , comenzar a ejercer su ilusión, -Había conseguido la plaza de Bombero-.

Todos estos años han transcurrido con normalidad, siempre a sido un hombre sano y deportista, su carácter es sociable, amable, bondadoso, confiado y da todo por los demás antes que por sí mismo, por eso en su trabajo salva vidas, muchas veces sabiendo que la suya puede estar en peligro.

El 28 de Noviembre de 2014, la vida nos da una mala noticia, pero aún así él y todos lo afrontamos con fuerza y esperanza. A mi padre le diagnostican LMA (Leucemia Mieloide Aguda), cáncer en la médula ósea, se lo diagnostican el Hospital Álvarez Buylla de Mieres, de allí nos remiten al Hospital Universitario Central de Asturias en Oviedo. Mi padre llevaba unas semanas, antes del diagnostico, muy cansado y con mucho dolor de muelas.

En el HUCA, ese 28 de Noviembre, nos dicen todas las características de su enfermedad y a los tratamientos que se iba a someter.

Él estaba desorientado, pero sereno, intentando afrontar lo que le habían dicho de un solo golpe, mi madre y yo no nos separamos en ningún momento, solo con una simple mirada nos entendíamos.

Mi padre desde ese día, se queda ingresado en la 9ª planta , donde está situada la especialidad de Hematología, allí se pasa varios meses sometiéndose a tratamiento de quimioterapia, junto a él día tras día nos encontrábamos apoyándole, animándole y queriéndole mi madre y yo.

Esperanzados esperamos su ingreso en la unidad de Trasplante Hematopoyético. El 24 de Marzo de 2015 se realiza dicho trasplante de un donante 100% compatible, a los 35 días de aislamiento sale mi padre recuperado y mi madre del cuarto de trasplante , ya que ella fue su compañera en esos 35 días de aislamiento, -fue la mayor alegría del mundo-, todo había salido bien.