María José Delgado
María José Delgado
Soy una persona que lleva caso 13 años luchando contra una enfermedad que destruye a familias y gente. Ahora mismo tengo 3 bolsas de ostomía en mi cuerpo: una nefrostomía, un bricker, y una ileostomía. También tengo un portacath y un hickman. Después de tanto tiempo el cáncer ha vuelto y esta vez es inoperable. Los médicos están estudiando mi caso y debatiendo que hacer, yo tengo muy claro que quiero seguir luchando y nunca tirar la toalla.
Con 38 años tenía muchos problemas con la regla y ya tenía 2 hijos preciosos. Acudí al hospital y me diagnosticaron un mioma uterino. Normalmente este tumor crece 1 o 2 milímetros al año. A mí me creció de una pelota de ping pong a 2 kilos en 15 días.
Acudí al hospital y una ginecóloga me dejaba morir, no quería operarme. Acudí entonces a uno de pago y operarme me costaba 5000€. Este ginecólogo que era una persona muy humana me hizo un informe y me mandó a la Vall Hebrón.
Allí toqué la fibra a una maravillosa doctora que ha estado y está luchando conmigo. El mioma se convirtió en Leimiosarcoma... Cuando me lo dijeron yo reafirmé que no era mi hora de morir. Los médicos alucinaban jajajaja...
Jamás perdí mi autoestima, no digo que no haya llorado, que sí, pero solo un momento y luego seguir adelante. Hay que seguir luchando, porque esta enfermedad no se va nunca, tiene que salir por tí y por tu familia.
Tenía un niño de 10 años y una niña de 7. No me podía permitir bajar la cabeza. He tenido cuñados y suegras maravillosas y especiales que han aportado también su puñadito de arena.
Me han extirpado mi vejiga, mi recto, gran parte de mi intestino delgado, mis ovarios y útero. Con la radioterapia por desgracia, me afectaron otros órganos y al final, al tumor no le hizo nada.
Estuve todo una año sin poder comer ni beber nada. Mis intestinos tenían fistulas o estaban muertos en algunas partes. Durante ese año estuve 16 horas diarias poniéndome la nutrición parenteral.
Los médicos me dijeron que me quedaban 2 meses de vida como máximo. Pero o sabía que no era mi hora de morir, porque tenía un hija de 7 años y un hijo de 10. Todavía tenía que disfrutar mucho con ellos.
Moví médicos para que me operaran y nos enfrentamos con valentía. Entonces les pregunté que si quedaba algún trozo de intestino que pudieran dejarme, para yo poder volver a comer, que lo intentaran, aunque llevase una bolsa de por vida, sólo para poder volver a masticar y comer algo.
Los médicos dicen que soy un milagro, yo digo que sólo soy una persona. Que me enfrento contra la muerte. (Mis médicos están alucinados de lo fuerte que soy jajajajaaja....) Pero Sólo soy una mujer que lucha incansable contra una enfermedad tan cruel..... Y los médicos no se explican cómo puedo seguir viva, están sorprendidos, y cada vez que ingreso y un médico nuevo entra y me mira, se queda extrañado y cree que se ha equivocado de paciente. Siempre tengo que decirles que sí, que después de todas las operaciones y lo que me falta dentro sigo de pie, caminando y sonriendo.
Muchas veces me han pedido que hable con alguien que está muy deprimido o no acepta su nuevo estado de salud. Me ponen como ejemplo de superación, yo no creo ser tanto pero como me gusta hablar siempre estoy dispuesta a compartir un poco de mi chispa con quien lo necesita.
El cáncer ha vuelto a resurgir, y me han dicho que no se puede operar más.
Así que les he dicho a los médicos que todavía estoy viva y que busquen algo para que al menos no crezca el tumor. Y con mi fortaleza y mi positivismo voy a luchar hasta el final.
Por mis hijos y por mí, voy a plantarle cara día tras día hasta mi final. Siempre he dicho que cada uno tiene su hora, día y lugar de morir. Ninguno vamos a quedarnos aquí en este planeta tan bonito.
Les doy las gracias al hospital Vall heborn, todos los médicos de maternal, de planta, ginecólogos, oncólogos, enfermeras y auxiliares en general.
Todos los que han estado conmigo y han visto todos mis progresos y han alucinado y yo he animado que estén conmigo. Gracias a todos.
A mi socio y amigo que me ha ayudado a que mi sueño se cumpliera. Que todos pudiesen disfrutar de mis fundas para ostomía... Ayudándoles a aceptar y adornar su bolsa. Muchas gracias.
A Iván, es auxiliar, gracias por estar conmigo.
A Oncovallés: Buenas personas y gracias a todas ellas por estar mano a mano conmigo y mi socio Víctor.
Para mí, todas las personas que luchan contra una enfermedad o una lucha para que ayuden a otras personas son unas GUERRER@S.
Nunca se tira la toalla hasta que uno gana o pierde. "Es una guerra".
Y todas las personas les digo que den su grito de guerra.
No bajéis al rio, ni tiréis el guante ni la toalla... Levantad la mano y gritad que jamás se rendirán contra cualquier cosa que salga en la vida, porque somos GUERREROS!!!.
HASTA EL FINAL DE NUESTROS DÍAS.
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