Tengo 33 años de edad, desde mi primer menstruación he sufrido dolores bastante fuertes e incapacitantes. Siempre se me dijo que era normal, que a las mujeres les daban cólicos menstruales, pero los que yo sentía eran mucho más que eso. Mi madre me llevó varias veces al médico, pero solo me decían que era normal, que tomara analgésicos en los días de mi periodo; bueno así pasaron muchos años hasta casarme, donde aún las relaciones sexuales era dolorosas.

A mis 25 años, me inició un brote en mi rostro, el dermatólogo me dijo que tenía acné quístico por posible desorden hormonal; lo trataron pero no tiene cura.

Desde mi matrimonio, a mis 27 años, deseé ser madre; yo nunca lo he planificado, pero no me quedaba embarazada, fui al médico para que me realizaran los exámenes preconcepcionales y allí fue donde, por la clínica y resultados de exámenes, me dijeron que tenía endometriosis y miomatosis, y que esto generaba que fuera infértil.

Para mi este diagnóstico marcó mi vida, porque no solo tenía que soportar esos dolores sino además nunca podría cumplir mi sueño de ser madre, y aun más difícil decirle a mi esposo que no podría darle un hijo "Él es Hijo Único".