Durante su trayectoria de crecimiento profesional en APROSU, ha demostrado una entrega extraordinaria hacia las personas con discapacidad intelectual, formándolas y apoyándolas en las actividades de la vida diaria y en las actividades ocupacionales; dinamizando el grupo de autogestores (personas con discapacidad intelectual que debaten las cosas que les preocupan, defienden sus derechos y se representan a sí mismos); desarrollando el proyecto “Mi Carta de Derechos”, donde ha ayudado a las personas a identificar, comprender y reivindicar mejoras en el ejercicio de sus derechos en el día a día; así como liderando los programas de baile y teatro donde se enseña a mostrar los sentimientos de las personas a través del movimiento y la actuación, presentándonos a concursos locales y obteniendo varios premios.

Entendemos que un SUPERCUIDADOR no solo tiene que ser un excelente profesional, también debe ser una buena persona y disponer de una ética ejemplar en lo que se considera el “Buen Hacer”; en todos estos años, hay miles de anécdotas que atestiguan esto en Raquel, sobre todo en aquellas situaciones complicadas, donde las personas con discapacidad intelectual, fruto del desasosiego de no ver cumplidos sus sueños y deseos, entran en un círculo de angustia, malestar y rabia que no pueden canalizar, y es en esos momentos cuando se hace notar su presencia, sosegada y calmada, reconfortando a la persona y dirigiéndola hacia estados más positivos, con los que poder afrontar los embates de la vida.