Azucena Ramos
Azucena Ramos
Mi nombre es Azucena, tengo 61 años y vivo en Gijón. Ahora estoy prejubilada y llevo padeciendo desde hace ya muchos años dos hernias discales y artritis degenerativa. Mi vida profesional estuvo ligada al sector del metal, trabajando siempre en la misma empresa; mi trabajo era muy duro, realizando tareas muy exigentes en el aspecto físico y psicológico, como la manipulación de grandes piezas metálicas durante muchas horas seguidas. Mi cuerpo ha heredado las huellas de la dureza del trabajo.
Era feliz en mi trabajo, me gustaba, aportaba y me aportaba mucho y me sentía reconocida; era mi vida.
Conseguí llegar al puesto de encargada, trabajando duro y enfrentándome en el día a día con las dificultades propias de una mujer en un trabajo tradicionalmente dominado por hombres.
Esto último y un cambio en los puestos directivos hizo que sufriera una situación en la cual me sentí muy perjudicada y me indujo a sufrir una fuerte depresión, de la cual, estuve a tratamiento con un especialista.
Hace muchos años, cuando me quedé embarazada empecé a sufrir fuertes dolores de espalda, llevaba aproximadamente siete años trabajando.
Tardaron en diagnosticarme las dos hernias discales, hace ahora unos 15 años; no son operables por los riesgos que conlleva la operación, esto junto con la artritis degenerativa y dos operaciones de rodilla, es la causa de que cuando realizo algún esfuerzo, al día siguiente no puedo prácticamente moverme. Tareas cotidianas como planchar, cocinar, limpiar no podría realizarlas sin mi querida hermana.
Ahora sigo adelante en mi vida con más optimismo y confianza en mi misma; mis dolencias me han enseñado a ser más fuerte y saber que puedo afrontar el día a día con una sonrisa aunque los dolores y molestias me acompañen.
Actualmente estoy a tratamiento con plasma, precisamente el médico que me está tratando, fue el que me ayudó mucho en el aspecto psicológico recomendándome la lectura del libro “La mente dividida “ del doctor John E. Sarno. Para mi supuso un cambio muy importante, me hizo ver que yo tenía carencias, como todo el mundo y ...
¿No os preguntásteis muchas veces si sois culpables de todo lo malo que os pasa alrededor? pues contestaros que no... eso no es así.
Yo tardé tiempo pero ahora puedo decir que dejé de notar la sensación de que todo lo malo que me pasaba era por mi culpa y no sabéis lo feliz y las ganas de vivir que tengo ahora.; bailaría y bailaría, que me encanta, pero mis "dolores" me dejan poco, pero en mi mente y en mi corazón ya tengo una melodía alegre que sentir.
Me gusta mucho leer y me apunté a un club de lectura donde conocí a mucha gente y también conté con una amiga que me ayudó muchísimo. También conocí a la Escuela de Paciente Activo del Principado de Asturias (PACAS) que me ayudó a conocer otras situaciones y a relativizar lo que le pasa a uno; realicé el curso de monitora y estoy muy contenta de poder pertenecer a este grupo. Os lo recomiendo.
Me gusta animar a la gente, no me gusta ver gente triste a mí alrededor.
Mi consejo es siempre no aconsejar...cada persona es diferente, pero tenemos en común las ganas de vivir, de ser felices y de seguir adelante aún cargando con todas nuestras barreras. Tenemos que luchar diariamente por conseguirlo y sé, que el camino muchas veces se hace cuestra arriba; yo todavía lloro muchas veces, pero me doy cuenta que es por pensar exclusivamente en el pasado; esto me hace mirar siempre adelante y pensar en hoy y sonreir y mañana en mañana y volver a sonreir...¡Ser felices y un beso muy fuerte!
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