Veronica Fernandez
Veronica Fernandez
Buenos días, soy Vero, una chica de 25 años.
En enero de 2017, después de mucho tiempo sangrando y que nadie me diera una solución, me hicieron una biopsia y me detectaron cáncer de cuello de útero con solo 23 años.
En ese momento mi mundo se vino abajo, dije..., ¿por qué a mí?. Pero solo en ese momento, porque estuve un mes ingresada y empezaron con la quimio y la radio. Todo iba genial, raramente, porque no tuve ningún mareo ni nada. En marzo yo decidí que me iba a poner mi traje de fallera, ¡¡fuera como fuera!!, y así fue. Allí estuve yo con mi traje, aunque algo hinchada por los corticoides.
Acabaron los tratamientos y me dijeron que tenian que someterme a braquiterapia, me hice 6 sesiones y a esperar la consulta de la oncologa. Días antes de la revisión tuve que ir corriendo a urgencias porque literalmente me desangraba. Me llevaron en ambulancia y con dos bolsas de sangre al hospital y me metieron al quirófano corriendo y me embolizaron las arterias del útero.
Todo aquello pasó, pocos días después empecé a notar que no tenia control sobre mis ganas de hacer pipí y al final en muchas revisiones me dijeron que tenia una fistula y tenia que llevar una bolsa de urostomía de por vida; dentro de mi pensé..., ¿bolsa de qué?.
Estuve más de 3 meses esperando esa operación y debido al tiempo de espera, se me perforó el colon también. Así que el 21 de diciembre entre a quirófano para ponerme las dos bolsas la de colostomía y la de urostomía.
A día de hoy hago la misma vida que hacía hace dos años, simplemente llevo dos bolsas en la tripita , de todo se puede salir y aceptar como son las cosas.