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Marta Vilchez, Afasia, Granada, España.

Afasia

"Hablo y me muevo, hasta puedo hacer pilates"

Marta Vilchez

Marta Vilchez

Imagen de perfil de Marta Vilchez, Afasia, Granada, España

Me llamo Marta y tengo 46 años, soy granadina.

Estudié farmacia y saqué una oposición para el Servicio Oficial de Verificación y Regulación Exterior. En ese momento de mi vida (con 31 años) tenía pareja y nos íbamos a casar. Tengo la enfermedad de lupus. A pesar de eso trabajaba mucho. Era más o menos feliz.

En febrero de 2006 tuve fiebre durante una semana por el Lupus y migrañas ópticas. Un domingo por la mañana estaba hablando con mi tía por teléfono y me iba a duchar. De repente empecé a perder mi voz y me acosté. Mi pareja llamó al Samur y me llevaron al hospital de La Princesa.

Allí me hicieron pruebas y me dijeron que había sufrido un ictus y como consecuencia tenía afasia de broca/motora con hemiplejía derecha.

En ese momento no podía decir ninguna palabra, ni siquiera era capaz de vocalizar. Tampoco podía tragar agua, así que estuve 15 días en los que me alimentaban a través de una sonda nasogástrica. Poco a poco empecé a tomar gelatina en vez de agua y más adelante a comer normal.

Un médico dijo a mi madre y a mi pareja que me iba a quedar así, sin hablar ni moverme. Lo llamábamos “mala sombra”.

Una amiga de mis profesores de yoga, era psicóloga y logopeda y me hizo unas evaluaciones en el hospital y me dijo que estaba segura de que volvería a hablar. Para mi madre fue un balón oxigeno. Me enseñó a hacer praxias bucofaciales y todos los días lo ensayaba con mi madre.

Una amiga mía me enseñó a diferenciar los colores (por ejemplo yo no sabía lo que era “verde” por la afasia y ella lo comparaba con las hojas de los árboles, el bosque, etc.).

Estuve un mes ingresada en el hospital. A la salida de La Princesa ingresé durante otro mes en el hospital Beata María Ana, donde recibí rehabilitación del lenguaje, terapia ocupacional y fisioterapia.

Al principio veía a la gente en planta,  y pensaba: “¿yo estoy tan mal como estos?”, “¿no puedo hablar?”, ahí me di cuenta del nivel de gravedad que yo tenia. Me traían un yogurt con un cuenco, para tomar, con la mano izquierda y no la prevalente: el envase cuando había poco yogurt se me caía.

En el hospital Beata María Ana estuve 3 años recibiendo tratamiento de forma ambulatoria. Tuve que reaprender hablar. Primero balbuceabaaaa, menos mal que tenía pictogramas, de comida y de estado de animo. Mis comidas fuera de casa eran abrumadoras, los sonidos mi propia mesa y de la de al lado. A los 5 meses de haber tenido el ictus, comencé a andar fuera de la silla de ruedas, y dije mis primeras palabras  Pepe, hace sol, amapola, y cantaba “Piensa en mi”, de Luz Casal, la había oído en una peli de Almodovar; la logopeda aprovecho estos recuerdos para cantar con un ordenador especifico. Confundía el si con el no, en mi cabeza, todo va bien pero al articular, me salía si cuando tenia que no, o al revés. Luego, hablaba como los indios, sin artículos y sin preposiciones. Para curar la afasia, hace falta mucha repetición. Y en casa, doble rehabilitación: me tiraba 3 o 4 horas escribiendo un solo email, veía una película cortada en tres tozos, me cansaba de leer un titulo en negrita en el Hola, poco a poco, empecé a leer Comics, y libros que me gustaban de pequeña (Momo y la historia interminable).

"A las personas con afasia haz que se sientan personas, cuando hables, mirálas."

Foto de la historia de salud de Marta Vilchez, Afasia, Granada, España

Después estuve otros dos años con la persona que me fue a valorar cuando estaba ingresada en el hospital La Princesa. Como yo soy fan de la fotografía, practico y me gusta tener libros de fotografía, y aprovechábamos eso, mirando una fotografía, que sentimientos me provoca por escrito y luego me hacía leer.

Mi prima, un día por la radio, escuchó un programa sobre la Afasia daban una reseña a Ayuda Afasia, en madrid. Fuimos, y nos abrió las puertas Paloma Blanco, me encandiló. Desde 2011 estoy dando clases grupales, allí. He hecho nuevos amigos, que entienden lo que me pasa, porque ellos han vivido una situación parecida la mía.

Desde 2018, me trasladé a Granada, mi familia estaba allí, apoyando, y mis amigos de toda la vida. Me matriculé en Bellas Artes. Claro, pocas asignaturas, Escultura y Fotografía, en el primer cuatrimestre. Me dio la vida. No me preguntaban que me había pasado, sino que lo daban por hecho, que yo era un persona que hablaba más lento de lo normal, pero era una persona. A las personas con afasia, es muy complicado tratarlas, si nunca has tratado con ellas. Haz que se sientan personas, cuando hables, miralas. No estamos sordas. La inteligencia la tenemos preservada, tratenos de igual a igual, pero por la afasia, no entendemos las frases muy largas, nos resulta costoso. Es normal que preguntemos.

Desde este septiembre (2020) estoy yendo a clases de arte, a clases de Improvisación con Afasia Activa. Es nueva la Asociación y la creado Paloma Blanco. Y me he apuntado también a Club de lectura. Todo es por videoconferencia, en tiempos del COVID, es lo que toca.

El medico “malasombra”, no podía estar más equivocado, hablo y me muevo, hasta puedo hacer ¡pilates!

www.afasiaactiva.com

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