María Jesús Castañares
María Jesús Castañares
No podía comer bien, no quería sonreír y me tapaba siempre la boca con la mano porque me daba vergüenza
Mi experencia fue bastante traumática porque perdí los dientes muy joven, me pusieron implantes y los perdí también y me dijeron que no había ninguna solución. Yo no podía comer bien, no podía sonreír porque tenía miedo a que se me cayeran los implantes y por eso llevaba siempre la mano en mi boca.
A mí me parecía que aunque tuviera la edad que tengo merecía tener calidad de vida y ser feliz.
Me hablaron de los implantes zigomáticos y me decidí a probar por si realmente era una solución. Estaba muy nerviosa pero realmente me cambió la vida. Cuando me vi con mis nuevos dientes, me sentí como si fuera una niña a la que le ponen los primeros zapatos. Ahora me veo más como yo era antes, ya no tengo miedo de sonreir ni de comer. Me ha cambiado la vida.