Marga Forns
Marga Forns
Mi nombre es Marga y tengo 42 años. Mi relación con el cáncer empezó bien pronto, con 9 años y toda una vida por delante, de la noche a la mañana, me vi ingresada en el hospital, el diagnóstico, osteosarcoma, cáncer muy agresivo de hueso. Después de un duro año de quimios y cirugías, y contra todo pronóstico me recuperé y nunca más reapareció la enfermedad. Desde siempre supe lo que quería, sabía de la gran oportunidad de vida que tenía y no quería desperdiciarla, pues muchos de mis compis de hospital no sobrevivieron. Mi sueño era ser oncóloga pediátrica y formar una familia. Conseguí ambas cosas.
A mis 36 años y siendo la madre de dos maravillosos niños (4 y 2 años), pediatra de niños con cáncer y sobre todo feliz, disfrutando del día a día, el cáncer volvió a llamar a la puerta. Esta vez en forma de cáncer de mama. Me decían y me repetía a mí misma, el cáncer de mama se cura en casi el 80% de los casos, voy a lograrlo de nuevo. Y empezaron los tratamientos, quimioterapia, radioterapia, cirugías, hormonoterapia, después de varias recaídas y pasados 4 años del diagnóstico inicial, se confirmó que esta vez había venido el cáncer para quedarse pues tenía metástasis óseas. Desde hace 15 meses estoy en un ensayo clínico con inmunoterapia y de momento funciona. Actualmente mis sueños han cambiado, ya no ejerzo como oncóloga pediátrica, ha sido una gran renuncia. Mi sueño actual, tener tiempo de calidad, tiempo para mis hijos, para mi marido, para mi familia, mis amigos y para mí. Sueño en la cronificación y también sé que llegará la curación, la vea yo o no. Y es por eso, que formo parte de la Asociación CMM dónde trabajamos para recaudar fondos para la investigación (#másinvestigaciónparamásvida).
Mi vida siempre ligada al cáncer, paciente-oncóloga-paciente y creo que aquí me quedo. Ver la enfermedad desde las dos vertientes tiene sus ventajas y sus desventajas, como todo en la vida. Pero esté en el lado que esté, he aprendido a VIVIR, a saber o creer saber de qué va la vida, pues a pesar de los pesares, he tenido y tendré grandes momentos de felicidad.
Escribiendo mi vida pienso que quien la lea sentirá lástima pero os aseguro que aunque mi historia acabara hoy, las cosas buenas han superado por goleada a las malas. He sido y soy feliz, aunque también he llorado, me he enfadado y muchas veces haya tenido o tenga miedo.
La vida es finita y la clave es ir adaptándose a lo que venga y exprimir los momentos que dependen de ti. Tengo claro que la vida VALE LA PENA!!