Maggie
Maggie
Mi nombre es Maggie y soy una soñadora, psicóloga y tanatóloga. Hace poco en una revisión ginecológica me detectaron endometriosis en el ovario derecho, este diagnóstico ha sido como una cubetada de agua fría y una noticia muy triste para mí, pues esperaba que en poco tiempo pudiera convertirme en madre y resulta que debido a este padecimiento será más complicado cumplir ese sueño, en cuanto a mis periodos algunos meses eran dolorosos, pero pensaba que era normal, al menos eso es lo que mi mamá y otras personas me decían, incluso llegaban a pensar que yo era una exagerada.
Hace tres meses asistí a una consulta ginecológica de rutina, cuando la doctora estaba realizando el ultrasonido pélvico pude ver en su expresión que había algo que no estaba bien, y así fue, pues en ese momento me dijo que había algo mal con mi ovario derecho, nos mostró las imagnes y señalo los endometriomas, el diagnóstico: ENDOMETRIOSIS... una vez que terminó el chequeo me pidió que me sentará a lado de mi esposo para explicarnos qué era la endometriosis, el prónostico y una serie de cosas qe no recuerdo, pués hubo un momento que deje de escuchar, al mismo tiempo comencé a sentir una tristeza muy grande, lo primero que me pregunté fué si podría ser madre, mi esposo y yo le comentamos que también buscábamos embarazarnos pronto, la ginecóloga mencionó que por el grado de endometriosis, la mejor opción después de la cirugía sería el proceso in vitro, aún así me mando una serie de estudios de fertilidad y en el caso de la endometriosis recomendó una laparoscopia para retirar el tejido dañado, dentro de los estudios de fertilidad una histerosalpingografía, busqué información sobre esta y me angustió mucho el leer y ver experiencias muy dolorosas, pero más allá de ello me angustiaba encontrar más resultados negativos, deseo ser madre y me entristece pensar en la idea de no poder lograrlo.
La verdad es que imaginar mi vida sin serlo me produce un dolor y una tristeza muy grande...Durante estos tres meses me he realizado los estudios, la histerosalpingografía fue muy incómoda, no tan dolorosa como me imaginaba, pero me sentí muy nerviosa durante todo el proceso. Debo aceptar que no la he pasado tan bien, he vivido con angustia, llanto, miedo, frustración, pensamientos negativos, tristeza y enojo, sé que me estoy enfrentando al duelo, pero son experiencias que no se le desean a nadie, nadie debería de pasar por estas situaciones, nadie. En un momento estuve enojada con Dios e incluso llegué a reclamarle y más tarde a reconciliarme con él; muchas veces no me he sentido comprendida, y pues uno no entiende hasta que se vive, supe que no podía sola, por lo cual he regresado a mi proceso terapéutico, aunque me tranquiliza un poco, no ha hecho el proceso tan sencillo.
El día de hoy sigo con incertidumbre y miedo, creo que también traté de retrasar el proceso de los estudios, pues sabía que cuando estuvieran completos tendría que enfrentarme a lo siguiente: LA CIRUGÍA, que me aterra... aun así cumpl&íacute; con los requisitos y me han programado para el martes 17 de noviembre del 2020, dicen que es un proceso sencillo, y no tan invasivo, pero ¿Saben? no deja de preocuparme y algunas veces no dejo de pensar ¿Por qué yo?; y la historia no termina aquí, después de todo tendré que estar en tratamiento por tres meses, que me generará una especie de menopausia, lo que implica de nuevo una serie de síntomas que no son agradables, bochornos, cambios de humor repentinos, tristeza, llanto, me preocupa estar trabajando y que mis pacientes se percaten de mis malestares o no poder desempeñar bien mi trabajo, pero en el fondo muy en el fondo de mí sé que todo es para estar bien, según lo previstó después de que mi cuerpo deseche el medicamento podré iniciar el proceso de tener un bebé, aunque no me hace tan feliz el imaginar que no se pueda dar de manera natural, he leído sobre todo lo que implica un in vitro y de nuevo me entristece el tener que pensar en la posibilidad de que aún así no pueda funcionar, pues sé que la endometriosis es una de las grandes razones de infertilidad, aún así espero y deseo con todo mi corazón sea sencillo, pese a ella. Por otro lado, con todo y la operación tendré que estar en revisiones de por vida para impedir que se desarrollen de nuevo los tumores.
He leído las historias de otras chicas con el mismo padecimiento y siento que me ahogo en un vaso de agua, pues muchas o la mayoría han vivido con dolores y situaciones difíciles y sumamente complicadas. En mi caso mi menstruación ha sido regular, hay meses en que mi período si es muy doloroso pero aun así he podido realizar mis actividades, quizá de manera incómoda pero no al grado de imposibilitarme.
Creo que el miedo me está paralizando y lamento mucho que otras mujeres pasen situaciones peores a la mía.
Por el momento me digo que está situación tiene un propósito o un aprendizaje, quizá ser más empática y que aprender que siempre se puede salir adelante, con fe, esperanza y decisión de trabajar arduamente en todos los sentidos: mental, espiritual y físicamente.
A todas esas mujeres que están viviendo una situación parecida a la mía o más difícil quiero decirles que las admiro por ser tan fuertes y luchadoras.
Esperando finalizar pruebas, resultados y visitar de nuevo a mi ginecóloga.
Actualizaciíón 6 DIC 2020
Me han realizado la laparoscopia el 17 de noviembre del 2020, encontraron un endometrioma en el ovario izquierdo también, la recuperación aunque más o menos rápida si fue algo dolorosa los primeros cuatro días, al menos tres me la pase durmiendo aunque me recomendaron que caminará con frecuencia para expulsar el gas que introducen, aproximadamente una semana el gas ejerce una especie de presión en las costillas o en lo hombros, además de la molestia en la garganta por la intubación, ah y el asunto de la sonda para recolectar la orina, duele cuando la retirán y por lo menos dos días más cuando vas a hacer pipí. Ahora ya recuperada comencé el primer mes con Leuprorelina, me mantengo positiva, trabajando con mi mente para tener la menor cantidad de efectos secundarios con el medicamento; que por cierto es muy caro, en México el costo es de $4,978 pesos, en dólares aproximadamente $230. Pero todo sea por el bienestar físico y para poder cumplir un sueño.