Lourdes Cerro
Lourdes Cerro
Soy Lourdes, 38 años, a los 24 me diagnosticaron endometriosis severa profunda. El diagnóstico llegó después de muchas visitas a urgencias y volver a casa tras decirme que eran gases, nervios, cólicos riñón etc. Me han hecho 7 intervenciones en las que he perdido útero y ovarios hace 2 años. Hoy espero la fecha de la 8ª intervención para quitar los focos activos en el íleon, recto y adherencias. Padezco síndrome adherencial, síndrome miosfascial y pélvico, atrapamiento del nervio pudendo fibromialgia y depresión mayor recurrente. Esto hace mi vida pasiva y con muchas limitaciones pero me he adaptado y disfruto de lo que puedo.
El diagnóstico llegó por error tras acudir a urgencias con un dolor que quemaba mi vientre. Los doctores, que tantas veces me habían hecho pensar que me imaginaba el dolor o que era una quejica y exagerada, decidieron operarme de apéndice y encontraron que un quiste de chocolate se había reventado, tenía endometriosis muy avanzada. Me recuperé de esa intervención y no quise saber más durante 2 años que me sentía bien, sólo con los efectos secundarios de la medicación.
Todo volvió a empezar progresivamente: quistes que desaparecían, dolor insoportable, mareos, malestar general hasta que llegó la 2 intervención porque un quiste me torsionó el ovario. Todavía recuerdo ese dolor que me hacía convulsionar y sólo cedía con la morfina. Me recomendaron espabilar para tener hijos, lo que me llevó a varias in vitros porque a modo natural ya era imposible. Todas fallaron y además las estimulaciones hormonales hicieron que la endometriosis empeorara cruelmente. Me dejaba meses de descanso pero me llevaba al quirófano cada dos por tres.
Intentaba hacer una vida normal pero cada vez tenía más limitaciones diarias, me iba aislando y sólo sacaba fuerzas para ir a trabajar.
Al final, la endometriosis consiguió que me incapacitaran laboralmente ya que los dolores y malestares se cronificaron y fueron apareciendo las demás enfermedades con sus síntomas limitantes. Todo esto me hundió mentalmente pero, tengo una familia y un marido maravillosos que consiguieron sacarme a flote.
Empecé a informarme y encontré a Esendo quienes me dieron mucha información y conseguí (yo estaba sin fuerza pero mi madre y hermana lucharon por ello) la derivación a una unidad especializada en La Paz, ya que mis ginecólogos no sabían que hacer ya para darme calidad de vida. Empezaron con técnicas intervencionistas paliativas que me han dado más calidad de vida. Cuando mis ginecólogos me mandaron a por un milagro, porque mi vida sería ya en la cama y cagándome y meándome encima del dolor que tenía a pesar de la medicación tan alta que tenía,mi familia allilí estaban para conseguir una derivación a una unidad de endometriosis y a ayudarme a tener calidad de vida. Por fin la tengo dentro de unos límites.
Actualmente ya he aceptado mis limitaciones, el dolor, las futuras intervenciones, la medicación y sus efectos. No soy quien era, he perdido facultades y habilidades pero he ganado sabiduría, templanza y resistencia con esta lección de la vida.
Disfruto el momento, la vida tranquila,he cambiado mis hábitos, mis hobbies y la forma de ver la vida. Priorizo el tiempo con mi familia a quienes nunca podré agradecer lo que han hecho y hacen por mí. Sin ellos no hubiera podido ni podría. Hago caso a mi cuerpo cuando quiere descansar, cuando va subiendo el dolor me tomo un rescate, no le dejo que se apodere de mí y me meta en la cama. Para tener más resistencia caminando, para SALIR, tengo un bastón que me ayuda a no hacer tanta fuerza con el vientre ni la pierna derecha (dolor por el atrapamiento del pudendo).
Hay días que nada funciona y entonces me toca sofá o cama, sobredosis de películas y a esperar que llegue la mejoría. Me atrevo a aconsejar a quien lea esto que nunca dejen de informarse de su enfermedad, que la palabra de un médico no es una verdad absoluta, que busquen unidades especializadas y segundas opiniones hasta conseguir una calidad de vida aceptable. Si pierden la fuerza que busquen ayuda psicológica y psiquiátrica ya que de nuestra mente depende vivir mejor o peor con lo que ya tienes. Hay muchas formas de vida y hay que adaptarse a las nuevas circunstancias... Busca tu nueva forma de vida pero vive.