Ya me había levantado raro, con hormigueo en las manos y la cara, me costaba pronunciar las palabras y alguna cosilla más que no eran normales. Ni le di importancia y me fui a trabajar.

Una vez allí y al hablar con la ATS de la empresa, esta me dijo que me fuera para urgencias. Tardé 40 días en salir. Cuando el neurólogo me vio y hablando de la carrera de unos días antes, me dijo que el correr se había acabado, que tenía Esclerosis Múltiple.

Al salir del hospital solo tenía una cosa en la cabeza, correr. Y empecé a entrenar, a correr carreras y cada vez más. Después de 20 Medias Maratones hice mi primera Maratón, hace de eso cinco años ya, hice tres más alguna ultra, muchas carreras menores y me metí en la Asociación de Esclerosis Múltiple de Jaén, con el único objetivo de ayudar puesto que yo me encontraba muy bien.