En dicha operación, no pudieron de acabar, entré en shock séptico. Estuve en coma (ya lo que voy a contar, lo sé por mi familia). 

Entre en la UCI y ya no era persona, viví de forma artificial, durante 35 días, Mi cuerpo tenía una infección imposible de parar, todos mis órganos estaban afectados, me practicaron 4 operaciones durante los días que permanecí en la UCI, mi vida dependía de un hilo, eran cuestión de horas, minutos, estaba muerto conectado a una maquina.

Uno de los cirujanos, propuso la idea de donar mi cuerpo a la ciencia, para salvar otras vidas, con pruebas y antibióticos nuevos. Esa idea hizo efecto en mí, a los 35 días, desperté y solo recuerdo que nadie me felicitaba por mi cumple. Aprendí a hablar, caminar. todo en mi estaba olvidado, Después de pasar 65 días en hospital incluida la navidad, volví a casa sin saber la causa exactamente de esa peritonitis.

Al año me volvieron a operar y me colocaron una malla, una especie de saco peritoneal, gracias al cual volví hacer vida normal durante 5 años. El 22 de  enero de 2016, se vuelve a repetir la historia, pero esta vez ya, con la palabra tumor, a las pocas horas de estar en urgencias, pruebas y más pruebas y yo me dije..., se repite la historia del 2010. Entre en quirófano el 23 a las 11 de la mañana hasta las 7 de la tarde, cuando desperté nadie me contó que me habían extirpado el colon y parte del intestino delgado, a la mañana siguiente llegó el cirujano a la sala de reanimación URPA, y empezó a contarme, me agarró la mano y dijo, esto te ha salvado la vida, UNA BOLSA, no podía ni mirar, mi vida cambió en ese instante, me volví, reacio a llevar una bolsa ,mi humor era insoportable, solo quería estar solo, no admitía visitas, mi mundo se derrumbó.

El 27 me dieron el alta, yo aun no me había visto la bolsa, ni la admitía, llegué a casa sobre las 6 de la tarde, muy cansado y algo dolorido. Entonces mi hermana me dijo, Juan descansa un poco y mañana ves a mamá. A las pocas horas de estar en casa, entró un familiar y me dice..., Juan eso es sangre? yo contesté..., será el medicamento, en ese mismo momento me vino una hemorragia y unos vómitos que me moría, escuché chillar, llorar…, mi madre había fallecido. yo salía en una camilla, dirección al quirófano y solo ví la entrada del ataúd de mi madre. No pude despedirme de ella. Yo metido en un quirófano y mi familia dándole sepultura... 

Daría lo que fuera, por poder abrazarla, lo pase mal, muy mal. Aunque intenté ser fuerte, a veces me venía abajo. Tuve que afrontar que esa es la vida.

Hoy en día he recuperado mi vida, he logrado metas, me he hecho voluntariado, para demostrar que con una ostomía se puede. Aunque muchas veces la fortaleza se viene abajo, intento levantarme y mañana será otro día. El apoyo más grande que he tenido es MI FAMILIA, sobre todo mi hermana, que es una segunda madre. Por muy mal que te venga la vida, siempre hay una salida, sí se lucha.