Desde joven quería ser donante pues tenía claro que no me valdrían de nada mis órganos cuando dejara este lugar y en cambio, si podrán salvar vidas. Por eso el mismo día que cumplí los 18 años, me hice donante en ALCER, institución pionera en su promoción. 

En los últimos 25 años,  la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) ha promovido muy eficazmente la donación y así el “modelo español” es hoy ejemplo para el resto del mundo como recomienda la propia Organización Mundial de la Salud (OMS). Con un enfoque multidisciplinar, cubre aspectos legales, económicos, políticos y médicos; con un coordinador en cada hospital que hace un estrecho seguimiento a los fallecimientos en las unidades de vigilancia intensiva con muerte encefálica; para en base a la lista de espera, proceder a su petición y dar paso al sincronizado proceso de extracción, traslado e implantación.

No obstante, si bien España está a la cabeza mundial con 34,6 donantes de órganos por millón de habitantes y año, estamos aún muy rezagados al referirnos a la donación de médula (o mejor dicho, de células precursoras sanguíneas) con apenas 7 por millón de habitantes y año, que aunque está aumentando rápidamente, no llega a la mitad que la media europea.

Resulta difícil de entender que siendo una donación en vida que no afecta a la salud, este tan bajo. Yo me hice donante integrándome en el Registro Español de Donantes de Médula Ósea (REDMO) y espero con deseo, poder ser compatible con alguien que lo necesite.

También las “células madre” de la sangre de cordón umbilical pueden ser trasplantadas a pacientes que precisan estos precursores sanguíneos y España  está entre los tres primeros países del mundo en número de cordones umbilicales almacenados. 

Por último querría llamar la atención sobre un hecho más cotidiano y que por su relevancia debemos tener muy presente. Cada día se precisan en España unas 6.000 transfusiones. De hecho, todos si lo precisamos un día, esperamos recibir una como un derecho… ¿pero cuántos somos donantes? Solo el 4%. Creo que merece una reflexión.

Los órganos trasplantados no son permanentes y la sangre almacenada es perecedera, por lo que se precisa un continuado recambio.

Creo que te enorgullecerá ser donante ...y si eres generoso, no esperarás a que un ser querido lo necesite.

Gracias, porque podemos necesitarte cualquiera.

Un abrazo.