(Antes de centrarnos en nosotras y en nuestra historia, un breve preámbulo): Kurere irradia luz y desprende energía de la buena. Su lema, “curar con las palabras” no nos puede gustar más. Ante un proyecto que te encandila, ¿qué haces? Pues colaborar con él, sin duda alguna… ¡Y por eso estamos aquí!

Dicho lo dicho. Comenzamos:

Nuestro testimonio no es el de pacientes. Sino el de acompañantes. Acompañantes de familiares cercanísimos que han sobrevivido a distintos tipos de cánceres. Y el de acompañantes de muchos caminantes que han decidido recorrer su camino junto a nosotras a través de nuestro blog jaquealcancer.com. Pero, como el que mucho abarca, poco aprieta, en esta ocasión nos vamos a centrar en solo uno de estos familiares.

Esta es su historia clínica:

Año 1999. Le descubren un cáncer de riñón de células claras, uno de los más comunes. Deciden practicarle una nefrectomía radical. Dicho de otro modo, le quitan ese riñón. Y asunto zanjado, no hay metástasis y no recibe ni quimio ni radio.

Año 2009. Le descubren una metástasis de aquel cáncer de riñón en el páncreas. Le practican una resección parcial: le quitan la parte central del páncreas.

Año 2013. Aparecen nuevas metástasis: 3 en el páncreas (es decir, páncreas prácticamente invadido) y una más pequeña en el riñón que le queda. Conclusión: un diagnóstico poco alentador y el comienzo de un tratamiento de quimio oral indefinido.

Actualmente. La metástasis del riñón ha desaparecido. Las del páncreas están necrosadas. Conclusión: ¡tranquilidad!

Esta fue su evolución a partir del año 2013, cuando la cosa pintaba más mal que bien:

Comenzó su camino a trancas y barrancas.

El tratamiento de quimio oral le bajaba defensas, le provocaba un cansancio extremo, tenía mal color y, por supuesto, los resultados de analíticas eran siempre poco deseables…

Y entonces, decidimos tomar cartas en el asunto, descubrimos a la doctora Odile y nos dimos cuenta de que había muchas más cosas que se podían hacer, tanto para ayudar a que el tratamiento surtiese más efecto, como para mejorar su calidad de vida. Y entonces, ese cercanísimo familiar empezó a sumar cosas. Y, todo dio un giro, un vuelco inesperado y esperanzador que al principio uno no se lo acaba de creer del todo… Y poco a poco, ese cansancio se empezó a controlar, esas defensas comenzaron a subir, esas analíticas se tornaron en deseables y llenas de esperanza y el mal color pasó a ser buen color. Y claro, su positividad, sus ganas de seguir caminando con más fuerza y coraje que nunca y sus ganas de disfrutar la vida, subieron de manera paralela.

Todo esto fue clave en su evolución. Y sí, no hay duda, su cambio de estilo de vida, le trajo un soplo de aire fresco que, de no haber existido, quizás otro gallo habría cantado. Y, a día de hoy, podemos decir que todo está bajo control y que ella y su familia, respiran, tranquilos y muy sonrientes.

Como acompañantes de pacientes que crecen y suman os hablamos de una satisfacción muy grande. Tanto, tanto, que ese fue uno de los motivos por los que nació Jaque al cáncer…

No os queremos vender la moto. Ni queremos sentenciar que hay motos perfectas. Porque no.  No existen las motos perfectas, entre otras cosas, porque no todos necesitamos el mismo tipo de moto para avanzar. Pero si os queremos trasladar lo importante que es cuidar nuestro cuerpo y nuestra alma. Aunque esos mimos no nos curen, van sumando puntos positivos en nuestro proceso de curación o, quizás, nos ayudan a mejorar nuestra calidad de vida durante la enfermedad y durante los distintos tratamientos. O quizás no. Pero de lo que, si no hay duda, es que esos mimos a nuestro cuerpo y a nuestra alma, no nos van a perjudicar.

A nosotras nos gusta apostar fuerte y jugar con todas las cartas. Guardarnos ases bajo la manga no va con nuestra filosofía de vida. Y eso es lo que os queremos trasladar con nuestro testimonio de acompañantes y deciros que siempre vayáis a por todas, que no os rindáis, que busquéis soluciones y no porqués. Porque las soluciones ayudan y los porqués atoran. Ante una enfermedad de nada sirve estarse preguntando, “¿por qué a mí? ¿Por qué a ese familiar tan querido?”, pero de mucho sirve buscar alternativas que ayuden a subir defensas, o a paliar vómitos o a reducir cansancios extremos…

Y hasta aquí nuestro testimonio. Hasta aquí nuestras palabras que curan para todos los miembros de Kurere. Y, por favor, no os sintáis solos. No lo estáis. Ya no.