Los primeros días son terribles, pensé que afrontar esta enfermedad sería algo traumático y muy difícil de sobrellevar, creí que iba a ser un infierno.

Pasaron los días y fui adaptándome a la nueva situación y comprobé que, en mi caso, fue todo muy llevadero. Jamás salí tanto y disfruté muchísimo durante mi quimio. Era verano y no paré de viajar entre tratamientos. No tuve efectos secundarios molestos salvo en la piel. Me pusieron un picc.

Desde entonces mi vida se centró en buscar productos para proteger el picc para bañarse y en encontrar cosmética que mejoraran la calidad de vida del paciente oncológico.

Mi novio vendió su empresa y me apoyó en mi proyecto para mejorar nuestro día a día a nivel dermatológico y respecto al picc.