Gynna Quintero
Gynna Quintero
Soy superviviente de cáncer de mama metastásico (metástasis en huesos). Tengo 33 años, me diagnosticaron cuando iba a cumplir 31 años, actualmente convivo con tratamiento , y pues como digo yo " El proceso sigue como la vida", no siento que "he batallado", siento que he aprendido, que me he hecho más consciente de mis limitaciones y necesidades y que eso me ha dado fuerza para continuar ¡ Me parece que hoy mí vida está mejor!
En marzo del 2021, sentí una bolita en mi seno izquierdo y allí empezó todo el cambio para mi vida. A mis 30 años exactamente, en vísperas de mi cumpleaños 31, fui con el médico para que leyera el resultado de una biopsia que me habían tomado el 5 de mayo del 2021 y me dice el medico: “Gynna lamentablemente la biopsia no salió bien, tú tienes cáncer de seno (cáncer de mama)”. En ese momento sentí como si todo fuera mentira y estuve en estado de negación un buen tiempo, hasta que logré aceptar con amor mi situación. Pero la situación no era fácil, porque el cáncer estaba avanzando rápidamente, tanto así que llegó a tocar mis huesos de la pelvis y el esternón, a esto le llaman metástasis ósea .
Como saben la medicina ha avanzado bastante, muchos tipos de cáncer que antes eran incurables, hoy se curan. Pero en vista de la visión general de los médicos, mi diagnóstico rápido es que se trataba de una situación "wicked" ; pero no hay que perder la esperanza , tengo que creer en mi capacidad de CURAR, en la capacidad de los tratamientos de darme tiempo para CURAR porque, gracias a Dios, y aunque tengo algunos antecedes (mi mamá sufrió de cáncer cuando yo tenía 14 años, una tía paterna murió por cáncer avanzando en el 2018), por un examen genético me confirmaron que no tenía mutación, es decir el cáncer que yo había desarrollado no era por genética, así que decidí mirar el tema con humildad y esperanza.
Decidí hacer algo que solía hacer muy poco, pedir ayuda. Ayuda para poder sobrellevar mejor este diagnóstico, para llevar victoriosamente el tratamiento. Me abrí a la ayuda, y la ayuda llegó, masivamente, en forma de personas con palabras, apoyo económico, libros, etc. Es increíble la cantidad de amor que hay, la cantidad de amor que tenemos disponible, que nos rodea, que tenemos dentro y fuera. La gratitud que siento por mi familia y amigos es infinita.
Tomé la decisión de que cualquier tratamiento médico que me recomendaran (mi equipo médico de confianza claro está como lo es mi oncóloga, el mastólogo, mi psicóloga, el genetista, etc.), lo iba a hacer desde un sitio de mucha gratitud, con apertura, sin miedo y hoy en día llevo dos años recibiendo tratamiento y siento en realidad que está funcionando. Primero pase por quimioterapias, radioterapias y hoy en día con terapia dirigida, y terapia hormonal y recarga cada 6 meses con ácido zolendrónico (mi medica dice que es para evitar que el cáncer se active).
Siento que el haber pasado por esto ha sido una oportunidad para encontrarme y vivir sin remordimientos, sin culpas, Ha sido una difícil aventura para poder ser yo plenamente y sin tener que pedir permiso.
Desde noviembre del 2021 no han vuelto a encontrar señales de la enfermedad en mí, aunque continuo en tratamiento sin fecha de fin.
Busco maneras de seguir adelante (me gusta leer, escuchar podcast, colorear mandalas, bailar, ejercitarme, meditar, viajar), porque estoy segura de que voy a vivir muchos años y voy seguir aprendiendo para poder ayudar a los demás y cumplir con mi propósito de vida.
Este proceso me ha ayudado entender la importancia de vivir aquí y ahora y también que, cuando piensas en el futuro, hay que ser un soñador y llenarse de esperanza, tener mucha fe para lograr lo que quieras ser y hacer, porque la vida es para vivirla, no para existir.
Pase lo que pase ¡la vida es única!, hay que vivir en el presente, dejar de estar anclado en el pasado o en el futuro, se vale hacer planes o recordar lo que sucedió, pero no se vale quedarse ahí.
¡Hay que agradecer cada día vivido y gozar el día como si fuera el ultimo!