Estefania Marin
Estefania Marin
Siempre me gusta tener una sonrisa en la boca por eso hasta cuando peor lo pasas hay que tener una que sea de oreja a oreja, para mí la enfermedad me hizo aprender ciertas cosas, sobre todo para conocerme en mis limitaciones.
Bueno mi historia parte con un poco más de ventaja, yo tengo un hermano con enfermedad de Crohn y si sabía de qué iba la enfermedad. En el año 2012 fue realmente cuando me lo diagnosticaron tras varias pruebas tenía muchos síntomas parecidos como los de mi hermano, en ese momento fue un poco bajón para mí, pero a la primera quien la tuve que dar ánimos yo fue a mi madre, imaginaros los dos con lo mismo. Tuve varios brotes durante el trascurso de los años algunos con ingreso o otros simplemente con reposo en casa y cuidándome con dieta y corticoides. Pero quizás cuando peor lo he pasado fue en Febrero del año pasado, me dio un brote severo, once días ingresada, nunca me había dado tan fuerte tener vómitos, fiebre, diarrea, llevaba una inflamación bastante grande, incluso en ese momento pensaron en la operación, lo que peor fue no poder comer en 8 días, me acuerdo que la primera comida que me trajeron me dio por llorar como una niña, pero mi cuerpo respondió bien a los tratamientos. Al mes empecé otra vez con los mismos síntomas, fuí a mi médico de digestivo al que le tengo una inmensa fe, sobre todo por el trato con los pacientes, me dijo que me ingresaba que me quería hacer otra prueba, esta vez se llama cápsula endoscópica, el resultado fue que tenía estenosis, me volvieron a mandar más corticoides. Quiero decir que los médicos intentan por todos los medios agotar las opciones de una operación y prefieren mandar medicina, quitar un trozo de intestino no es agrado ni para el que sufre la enfermedad, ni para ellos. Volví a recaer y esta vez mi médico me dijo que me tenían que quitar esa parte, pues hasta Julio no me operaron, imaginar esos meses de desesperación y ansiedad, me ayude del deporte y me recomendaron yoga a lo que tengo que decir, que para mí me fue genial y sigo haciéndolo, es una manera de estar cuerpo y mente relajados.
Es muy importante también saber una vez que te operan, en qué manos te pones, creo que es crucial tener buena relación tanto médico como paciente, en mi caso fue desde el primer día, eso me dio una confianza increíble, con deciros que cuando entre en quirófano no sabía si me iba de fiesta con la música que tenia de fondo o me iban a operar, eso y que mi cirujano me pusiera mi mano en su pecho para tranquilizarme son cosas que deberían hacer todos. Esta vez fue menos días ingresada hasta estar recuperada, y seguir el proceso de recuperación en casa. Si os digo que operarme es lo mejor que me pasó el año pasado con eso os digo todo del cambio tan grande.
Tengo que decir también por mi parte que yo busque ayuda al pasar por todo este tramo, creo que el mundo asociativo es lo mejor que te puede pasar, por mi parte me ayude de la asociación de enfermos de crohn y colitis ulcerosa de mi ciudad, me dieron unas pautas a seguir y incluso me fui de convivencia unos días eso en mi mente creo que antes era imposible, pero conocí a gente joven que padece mi misma enfermedad o colitis ulcerosa con distintos problemas todos y de lo que menos se habla es de la enfermedad, te llevas gente increíble, con esto quiero decir que no eres el único, ni estas solo, te puedes apoyar en este tipo de cosas.
Es muy importante tener a unos amigos que te aprecien, que te ayuden, y que te quieran, eso es una de las cosas que más nos ayudan, el que no le guste que no mire, solo te digo que tú eres el que sufres la enfermedad y si no sabe lo que es que primero se informe. Yo tengo que dar gracias en esa parte porque mi grupo de amistades conmigo, me ayudaron muchísimo, raro era el día que ni iban a verme, sobre todo a una amiga en especial con la que llevo toda la vida saliendo juntas, esa familia es la que más debemos de cuidar. Los padres ocupan un lugar primordial al menos para mí, fueron mis mayores guerreros desde el primer y último día, creo que me trasmitieron esa fuerza para poder superar todo esto como nadie, no tienen la enfermedad pero también la sufren, y cuando estas así de mal son los primeros que te calman con el primer llanto, ¡hay que valorar esas cosas amigos!
Yo ahora estoy bien, no digo que de vez en cuando tenga mis cosillas, pero... ¡¡¡sonrisa y siempre la cabeza alta!!!. Pensamiento positivo