Desde esta página quiero agradecer una vez más, la profesionalidad y el trato recibido, al equipo de médicos y personal de enfermería, tanto en quirófano como en planta.

Para mí fue una sorpresa al abandonar el hospital, la invitación a asistir al Programa de Información y Formación de pacientes cardiovasculares, que se desarrolla en dicho hospital. Completé el programa con el curso online de Paciente Experto que se imparte dentro del proyecto Mimocardio. Fue el inicio del aprendizaje y toma de conciencia del sistema de vida que tenía que seguir en lo sucesivo.

En primer lugar marginar los miedos que pudieran surgir, y aceptar que no se es un enfermo, simplemente un paciente cardiovascular, y como tal, focalizar la atención a controlar y regular los factores riesgo, con la medicación prescrita y mediante el ejercicio físico y una alimentación saludable.

Con la finalidad de seguir con un estilo de “vida buena”, llegué a la convicción de que el ser humano tiene una constitución para la actividad y el ejercicio físico, haciendo el uso de la fuerza para ello, y evitar el sedentarismo que contribuye en el incremento de los problemas de salud, cardiovasculares, hipertensión, diabetes entre otros.

Mi ejercicio físico preferente es caminar en espacios abiertos y al aire libre. Para ello aprovecho como lugares las zonas deportivas en los núcleos urbanos, y el campo en los medios rurales, caminando un mínimo de una hora continua a un ritmo enérgico.