Diana Campos
Diana Campos
Actualmente tengo 25 años vivo en España aunque nací en México. Cuando tenía catorce años me diagnosticaron un cáncer cavum en fase IV. Once años después de ese diagnóstico, donde me daban meses de vida, aquí estoy feliz y agradecida con la vida y amando mis cicatrices y ruinas.
Cuando tenía catorce años, era una niña en plena adolescencia con una lista entera de sueños, hasta que un 20 mayo de 2009 aparece la palabra cáncer en mi vida. Me diagnostican un cáncer cavum en fase IV, el cuál no puede ser operado y la medida del tumor era de seis centímetros de diámetro.
Los médicos no daban muchas esperanzas ante tal situación y decidieron darme tratamiento de quimioterapia y radioterapia para alargar esos meses de vida lo más posible. Así fue como mi vida dió un giro de 180º y me encontré sacando fuerzas de donde podía con tan solo catorce años.
Comencé la quimioterapia y con ella los síntomas, entre ellos la caída de pelo. Fue un shock bastante importante para mi, hasta que acepté que tendría que llevar una peluca hasta que el pelo volviese a crecer.
Como consecuencia de la radioterapia los médicos tenían miedo de que mi esófago se cerrase y no pudiese alimentarme, por lo que decidieron ponerme una sonda gástrica para prevenir problemas futuros. Y así fue, no solamente se me cerró el esófago sino que perdí la voz como efecto secundario de la radioterapia. Tras 30 sesiones de radioterapia me encontraba sin poder comer, sin poder hablar, sin pelo y sin fuerzas preguntándome si eso era de verdad vida.
Meses después tuve una recaída muy grave con varias infecciones por lo que estuve aislada un mes en el hospital. Poco a poco fui recuperándome y decidieron esperar a la próxima quimioterapia.
En marzo de 2010 deciden realizarme una resonancia donde aparece que el tumor no existe y que no había células cancerígenas en mi, no se explican cómo pero ahí me encontraba libre de cáncer y con una vida entera por delante.
Es cierto que me libré del cáncer y poco a poco fui recuperando mi voz, no quedó igual que antes, es más bien "nasal" pero ¡tengo voz! yo la llamo especial ya que nadie más tiene esa voz. Con respecto a lo de comer, fue algo más complicado, estuve 8 años alimentándome por la sonda gástrica sin comer nada por boca, fue difícil pero acabas acostumbrándote a no poder comer nada ni en restaurantes, ni en navidades ni en tu cumpleaños. Hasta hace 3 años que comenzaron a hacerme dilataciones de esófago y no como el 100% de las cosas pero si el 70% ¡es una maravilla!.
Sé que internamente aún hay secuelas de la enfermedad (problemas de oído, nasal, maxilofacial) pero he aprendido a amar mis ruinas y mis cicatrices, aprendí a abrazarlas y a agradecer cada una de ellas.
A día de hoy, once años después del diagnóstico me considero una persona muy afortunada, cada año celebro mi aniversario de diagnóstico y ya van once años extra, siempre soplo las velas de mi aniversario. ¿Por qué extra? Porque nadie me aseguraba ni siquiera meses y ya van once años que la vida me ha regalado.
A pesar de la enfermedad no dejé de estudiar, me saqué la ESO, el Bachillerato, cursé un FP superior en Administración y Finanzas y comencé la Universidad a Distancia en la que me gradúo este año.
Comencé a trabajar hace cuatro años como contable y cuando me quitaron la sonda gástrica me fui a Barcelona, sola, a comenzar mi vida como yo quería.
Desde pequeña escribí poesía, en 20018 publiqué mi libro de poesía "Latido entre Versos". También soy fanática de los viajes, cuando tenía la sonda no pude viajar durante esos ocho años. Actualmente viajo sola, en 2018 celebré el año nuevo en la Costa Azul (Niza, Mónaco, Montecarlo), en 2019 celebré sola la Navidad y el Fin de año en Venecia, Roma, Bratislava y Viena.
Con la enfermedad aprendí que la vida no nos regala problemas, la vida nos da retos para ver de qué somos capaces y algo tengo claro, que mi lista de sueños cada día tacho y sumo nuevos.
Nada es imposible, me decían que era imposible volver a hablar, volver a comer y superar el cáncer de fase IV. Hoy vivo la vida que soñaba ese 20 mayo de 2009 y compartiendo mi experiencia con la gente que quiere escucharla, dejando huella y ayudando a las personas a través de mi IG @diana.supervivientesreales.
Porque el cáncer apareció para arrebatarme tiempo, hoy yo regalo ese tiempo a la gente en forma de amor. Eres tu mayor apuesta, no lo olvides nunca.