Venía preparándome para correr la Maratón de bs as, pero tuve un accidente de tránsito el 16 de septiembre. Yo circulaba en motocicleta, me choca un auto de frente que venía a excesiva velocidad y en una curva se pasa al carril contrario donde me encuentra de frente.

Por el accidente tuve pérdida de conocimiento, hemorragia interna, fractura de pelvis, fractura de cadera de la parte derecha e izquierda, fractura en ambos brazos, muñecas, codo y húmero. Según los partes médicos iba a estar en cama aproximadamente un año por las fracturas de cadera y pelvis. Gracias a que venía bien entrenado según especialistas, mi recuperación fue rapidísima. En noviembre me atienden quirúrgicamente para retirarme el tutor de cadera.

Cuando despierto en terapia intensiva tenía a mi lado un sacerdote rezando y me dejó un rosario bendecido.

Después de dos meses acostado sin poder moverme usando pañales, obviamente tenían que bañarme en esa condición con mucho cuidado y cambiarme el pañal con mucho cuidado entre tres personas para girarme de costado. El primer día que me sacan el tutor, me sientan, fue durísimo, me bajó la presión, mucho mareo, ganas de vomitar, sensaciones de miedo, de mucha inseguridad.

Siempre estuve positivo, solo un día le pedí a Dios que ya no quería vivir, que ya no aguantaba tanto dolor. Más morfina no podían darme.

Al día siguiente me levanté con actitud de fuerzas y ganas de ponerme de pie. Con la ayuda de mi hijo me puse de pie, no tenía fuerzas, las piernas no me aguantaban, ahí me puse bajón y me di cuenta que iba ser muy duro volver a caminar, día a día mi hijo ayudaba a ponerme de pie y a caminar con muletas, fui tomando fuerzas día a día. La cuestión que yo quería llegar a diciembre y poder brindar de pie con la familia para despedir el año y recibir el año nuevo fuerte y de pie. Mi familia, mi mamá, mis hermanas y mi hijo estuvieron continuamente cuidándome y dándome de comer en la boca en esos dos meses sin moverme de lo cual se me hizo eterno.

El gran grupo de running Atenas también estuvo siempre colaborando en todo lo que podían, hasta juntaron dinero para comprarme medicamentos carísimos. En enero empecé a salir, hacer caminatas de 2k 3k 4k, subiendo día a día, luego a trotar 2 km del cual sentí mucho vértigo y miedo ese primer trote donde aún no tenía un buen control de las piernas.