Clara Verdés Company
Clara Verdés Company
El Deporte es esencial, me ha cambiado, gracias a él he podido hacerme menos irrigaciones. Me llamo Clara, tengo 18 años, y vivo en un pueblo de Valencia llamado Albal; llevo casi toda mi vida con Incontinencia Anal. Desde que con tan solo un año me operaron, para quitarme un trozo de intestino.
Los primeros problemas me surgieron en el colegio, por las constantes pérdidas; añadido a que yo carecía de olfato; yo no era consciente de que olía mal. Por todo esto sufrí bullyng. A pesar de que profesores, médicos, todos sabían de mi problema, nadie hizo nada.
Si bien es cierto, que tenía a otros niños, compañeras que me apoyaban y estaban a mí lado, a pesar, de no ser verdaderamente amigas, la mayoría se metían conmigo.
No recibí apoyos, ni de profesores, ni de profesionales sanitarios, el colegio, esa etapa, fue un infierno.
Hasta que, con 12 años, me dieron una posible solución, que fue hacerme lavados caseros.
Aun así, tuve que esperar a los 15 años, momento en que me dieron una medicación, que por fin funcionó.
Cambié mi alimentación, quitándome la lactosa y el gluten, ya que comprobé que me sentaban mal.
Y empecé a hacer deporte, tan sólo 10 minutos al día.
Las irrigaciones me han ayudado, en épocas digamos normales, pero no del todo en momentos de más estrés, como por ejemplo exámenes.
Al principio piensas que las irrigaciones van a limitar tu vida, pero yo lo acepté como algo que daba calidad a mi vida, y conseguí incluso quedarme a dormir en casa de algunas amigas, aunque tuviera que hacerme el lavado en su casa.
En el instituto, comencé de nuevo, olvidé a todos los compañeros del colegio; y me ayudó mucho, el hecho de que yo, ya me hacía las irrigaciones.
Fue entonces cuando conocí a los que son mis mejores amigos, y pude ampliar mi círculo de amistades.
Gracias a las irrigaciones, no manchaba, no olía.
Pese a todo, 1 y 2 de la ESO, sufrí bullyng, pero por otros temas no relacionados con mi problema.
Fue pasando el tiempo, y yo desconocía que mi problema se llamaba incontinencia, simplemente, me pasaba, es ahora, cuando por fin, han puesto nombre a mi enfermedad y he estudiado y aprendido sobre ella.
Mi mayor apoyo ha sido mi madre, en general mi familia me ha ayudado, mi hermano, por ejemplo, me comprendía, o la nueva pareja de mi madre, también lo ha hecho.
A alguien que está empezando con este tipo de problema, le diría que mantuviera la calma, que estuviera tranquila, dado que, aunque tarden, hay soluciones que te ayudan a normalizar tu vida, y más que en un problema, se acaba convirtiendo en un compañero de vida; y que vas a tener apoyo, ayuda, comprensión por parte de los profesionales sanitarios.
Sobre todo, le diría que insistiera, que insistiera hasta obtener una solución.
También le recomendaría hacer deporte y llevar una vida, una dieta sana; y podrá seguir siendo la misma persona, que podrá continuar su vida.
Mis comienzos en el deporte, fueron poco a poco, reconozco que no me gustaba el deporte; y empecé por apenas 5 minutos en casa, viendo vídeos de Youtube; no iba a gimnasios, porque no me gustaban. Salía a andar, a patinar, y si no, como digo, practicaba en casa, y sinceramente me encontraba mucho mejor.
Pese a todo, este año, tomé una decisión, volví al instituto y decidí dejar el deporte, y ha sido la peor decisión de mi vida, empecé nuevamente a encontrarme mal; de manera que volví a la práctica de mis ejercicios.
El deporte me ha ayudado mucho a mejorar mi calidad de vida, y tampoco es que haga muchísimo ejercicio, apenas media hora, tres días a la semana; eso sí, mantengo mi alimentación sana.
Es cierto que lo ideal, sería hacer ejercicio todos los días, pero si no es posible, con unos días a la semana, de ejercicios de cardio, de abdominales, de piernas, o como he dicho, salir a patinar o a caminar; me ayuda muchísimo.
Actualmente estoy estudiando Dietética, lo que también me ha ayudado a comprender mejor mi organismo y mejorar mi dieta; y mi incontinencia no afecta a mi vida, es más, lo he normalizado hasta el punto que ya hablo abiertamente de mi situación, en casa.
Incluso con algunos de mis mejores amigos, y me ha ayudado mucho, que no lo vean como un problema, como un tabú. No es obligado contárselo a todo el mundo, pero tampoco hay porque ocultarlo.
Lo importante es que tú lo normalices, y llegado a este punto, podrás abrirte a los demás.
Si tú, crees en algo puedes hacerlo.
Si tú, crees que puedes reducir las irrigaciones, lo vas a poder hacer.
Y que todo se consigue poco a poco, no vas a eliminar el problema, ni las irrigaciones, pero si disminuirlas, y eso es un gran avance, un cambio brutal en mi vida.
Llegué a la Asociación de incontinencia ASIA, porque mis enfermeras, me contaron la iniciativa que llevaban a cabo, recogiendo vídeos, experiencias de personas afectadas.
A partir de ahí, ASIA contactó conmigo, y fue un gran apoyo, sentirme acompañada, sentir que no estoy sola en el mundo con este problema.
He decidido ayudar, incorporarme a la asociación para ayudar a otras personas que puedan estar empezando con esta problemática; ya que la incontinencia puede aparecer en cualquier momento de tu vida.
Escuchar los testimonios de otros pacientes, te ayuda a normalizar la incontinencia, y te lleva a pensar que puedes mejorar, que puedes aprender y ganar calidad de vida.
Yo me he sentido sola durante muchos años, no conocía a nadie con mi problema.
Por desgracia, es un tema tabú, falta mucha información y formación, que ayude a normalizar la enfermedad.