A mis 33 años me fue diagnosticado cáncer de mama, a decir verdad no supe reaccionar. Estuve muchos meses en modo automático, hacia todo lo que mi oncólogo me decía. Me sometí a 8 quimioterapias y a una masectomía radical, fueron meses muy difíciles, en los que dudaba si debía continuar pero, mis hijos, familia y amigas  fueron mi fortaleza. 

Después de un año de tratamiento y cirugía, escuché decir..., lo lograste Cindy, has vencido el cáncer. Ahí me derrumbé y lloré como nunca, me llené de miedo e inseguridades.

Fue un proceso largo de sanación emocional, tuve que tomar terapia y gracias a ello lo superé física y emocionalmente, fue todo un reto y al respirar y sentirme segura de nuevo, llegó la segunda prueba de Dios, después de dos años, el cáncer regresa.

Ahora lucho contra un cáncer de mama metastásico, está en mis ganglios, pero en esta ocasión no tengo miedo, este cáncer podrá lastimar mi cuerpo pero nunca mi espíritu y así, sean los años que sean, le daré la batalla.